Los plumachos rebrotan en toda la comarca con epicentro en Oleiros

Toni Silva OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

Ángel Manso

La parroquia de Iñás, donde el Concello usó fuego hace tres años, es una de las más afectadas

17 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El verano pospuesto de septiembre ha provocado el rebrote de una especie que ha cogido especial apego a la comarca coruñesa. La Cortaderia selloana, conocida popularmente como plumachos, ha iniciado el curso con una floreciente expansión por todos los rincones, visibles en las orillas de la N-VI en el entorno de Betanzos o Cambre, en las proximidades de los polígonos de Arteixo y, especialmente, en Oleiros, uno de los municipios más hostiles a esta planta invasora.

 Pronto se cumplirán tres años de uno de los experimentos más polémicos anunciados por el alcalde oleirense, Ángel García Seoane. Consiguió la presencia de todos los medios de comunicación porque anunciaba un aquelarre contra los plumachos, un incendio controlado por parte de los equipos de emergencia. Fue una medida tan espectacular como inútil. De hecho, esa misma mañana desde la Consellería de Medio Ambiente se censuraba la fórmula elegida por Oleiros, ya que con la eliminación de la vegetación vecina se favorecía el rebrote posterior, además de que las raíces, que el fuego no elimina, volverían a brotar.

Prueba de ello es la fotografía tomada el pasado domingo, donde los plumachos asoman en esta parcela que un día fue quemado con más arraigo que nunca. El otro lado de la carretera, junto al Decathlon, se reproduce el mar amarillo.

En pé de guerra

«A do lume non foi unha boa experiencia», reconoce el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane. «Polo tanto non o imos repetir, pero neste Concello seguimos en pé de guerra contra esta planta, insistimos en que hay que arrincala impedindo que caian as sementes», añadió.

El pasado domingo, con motivo de la Semana da Custodia do Territorio, un grupo de 16 voluntarios participaron en la retirada de especies invasoras en el coto de Chelo, en las orillas del Mandeo entre Coirós y Paderne. Organizada por la entidad Fragas do Mandeo y el GDR Mariñas-Betanzos, esta vez las labores se centraron en otra especie, la Trasdencantia fluminensis, de origen sudamericano. «Recogimos 200 kilos en una jornada», señala Fernando Bandín, de Fragas do Mandeo, un experto en la erradicación de los plumachos. Gracias a él y a su equipo, los tramos del Mandeo y el Mendo que custodian están libres de esta planta. «Pero cerca de Betanzos, o en la ría, o por la Nacional hacia Miño sigue habiendo muchísimo, lo ideal es cortarla en agosto porque en septiembre es la principal época de floración», explica el especialista, que en recientemente se desplazó al centro de la marisma de Miño para eliminar unos pocos ejemplares que podrían contagiar el entorno. Badín concluye con una curiosidad: «La Cortaderia es una planta muy resistente. Desde el puerto de Betanzos, al otro lado de la ría, hemos visto plumachos que han nacido dentro de una lancha, es muy complicado acabar con ellas».