
En abril del 2010 hallaron el cuerpo de una vecina de Oleiros. Se detuvo a su fisioterapeuta, tenía coartada y la Justicia decretó suicidio
17 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Según aparece en los papeles, María del Carmen Saavedra Vázquez se despidió de este mundo un día de abril del 2010 sentándose a la orilla del embalse de Cecebre para atarse unas mancuernas a los pies y luego se internó en el agua hasta que le fue imposible echarse atrás. Para la Justicia, tras cuatro años de investigación y con la detención de un hombre de por medio, es la historia de una vecina de Iñás (Oleiros) de 55 años y conocida como Nenita que renunció libremente a la vida y nada ni nadie puede decir por qué.
Precisamente por eso, porque Nenita jamás le haría eso a su familia -casada y con dos hijos- y porque nadie se suicida de esa manera, su familia siempre pensó que alguien la había asesinado y luego elaborado un montaje del que salió bien parado. El crimen perfecto de una persona muy conocida y que participaba en numerosas actividades organizadas por el Concello de Oleiros, así como por distintos colectivos vecinales y culturales.
¿Y ahora qué? La pregunta es buena, pero la respuesta es sencillamente imposible.
El cuerpo de María del Carmen se encontró semihundido a orillas del pantano de Cecebre, en el municipio coruñés de Abegondo, a la una de la tarde del 30 de abril del 2010. En avanzado estado de descomposición. De hecho, su identificación fue muy complicada. Días después ya se le puso nombre y apellidos gracias a los dibujos de forma diagonal que tenía en el esmalte de las uñas. Los agentes fotografiaron esos diseños y mostraron las imágenes en varias peluquerías y salones de belleza de la comarca coruñesa. Fue así como dieron con un local en el que reconocieron el tipo de manicura realizada. Ya su familia había denunciado su desaparición dos días antes del hallazgo.
Una de dos. María del Carmen Saavedra Vázquez se suicidó o alguien la mató siguiendo un guion cinematográfico. Todas las hipótesis estaban abiertas y los investigadores tenían muchas dudas. Como la familia, el hecho de tener unas pesas atadas a los pies les hacía pensar que alguien se las puso.
Cuando se entregó el informe de la autopsia, la Guardia Civil pudieron determinar que María del Carmen murió ahogada en el embalse porque tenía agua en los pulmones, pero era necesario saber si en su sangre existía algún tipo de medicamento o narcótico que avalase la tesis de que no había sido suicidio. Así que se escarbó en los últimos pasos que dio la fallecida. Se habló con cientos de personas, se miraron sus cuentas y se supo que llevaba un tiempo retirando del banco importantes sumas de dinero.
Fisioterapeuta
Eran muchas las cosas descubiertas, pero una de ellas hizo girar el cuello a los agentes hacia un fisioterapeuta. María del Carmen estaba mal de la espalda y de una pierna e iba a que le dieran masajes. Aparentemente, nada fuera de lo normal. Pero algo extraño vieron en ese hombre que obligó a los investigadores a no perderlo de vista. El hecho de que las pesas que tenía la fallecida atadas a sus pies fueran similares a las utilizadas por fisioterapeutas lo hacían todavía más sospechoso.
Tanto es así, que el 18 de agosto del 2010 procedieron a su detención y el juzgado de Betanzos decretó su ingreso en prisión bajo fianza de 10.000 euros, que en un día pagó y salió en libertad. Pero como imputado -ahora se dice investigado- por un supuesto delito de homicidio.
Este hombre que entonces tenía 38 años colaboró con la Justicia. Más allá de presentarse dos veces al mes en el juzgado, demostró que tenía coartada. Que era imposible estar en dos sitios a la vez con dos personas distintas. La Guardia Civil, que al principio dudaba de la solidez de tal cosa, terminó por dar carpetazo a la investigación. Era imposible, con todo el peso del sumario en las manos, demostrar que a María del Carmen Saavedra la asesinasen.
En noviembre del 2011, la jueza del caso ordenó el sobreseimiento provisional, mientras que la familia de la mujer presentó un recurso. El abogado del masajista se mostraba tranquilo entonces. Según él, las pruebas forenses eran contundentes y solo podían apuntar a un suicidio. Pero el recurso prosperó y en julio del 2012 la Audiencia de A Coruña ordenó la reapertura parcial del caso para indagar en el testimonio del hombre que daba coartada al masajista.
Pero no se llegó a nada. Y algo más de tres años y medio después del hallazgo del cadáver, el Juzgado de Instrucción número 2 de Betanzos, que se hizo cargo de la instrucción desde aquel abril del 2010, ordenó el archivo, por falta de autor conocido, de las diligencias abiertas para esclarecer un supuesto homicidio. «No se pudo acreditar que se hubiese cometido un crimen», indicaba entonces el Tribunal Superior de Xustiza. Y el caso se cerró.
La fallecida
María del Carmen Saavedra era una vecina de Iñás (Oleiros) de 55 años cuyo cuerpo apareció ahogado y con unas pesas atadas a los pies en el embalse de Cecebre el 30 de abril del 2010.
La investigación
La Guardia Civil tenía sus sospechas de que no se trataba de un suicidio, sino de un crimen. Así que inició una investigación en la que un hombre fue detenido.
El detenido
Los investigadores llegaron a este hombre que entonces tenía 38 años tras averiguar que era el fisioterapeuta que curaba los dolores de espalda de María del Carmen. Además, las pesas que tenía atadas a sus pies eran similares a las utilizadas por estos profesionales.
La Justicia
En un principio, la jueza envió a prisión al detenido, donde estuvo solo un día tras pagar la fianza. Continuó la investigación y los agentes comprobaron que la coartada que presentó el detenido era sólida. Por tanto, el juzgado archivó el caso. Oficialmente, María del Carmen se quitó la vida.