Un pulso con la Xunta para ser fijas: las trabajadoras de la Galiña Azul de Perillo (Oleiros) ganan la batalla judicial
OLEIROS
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El TSXG da la razón a seis profesionales de la escuela infantil autonómica A Canteira
04 feb 2025 . Actualizado a las 17:24 h.Comenzaron trabajando para la escuela infantil de A Canteira, en Perillo (Oleiros), cuando esta era municipal. Fue en el 2005, hace dos decenios. Cuatro años más tarde, la instalación pasó a la Xunta, integrándose en la red de la Galiña Azul, que gestiona el Consorcio Galego de Igualdade e Benestar, dependiente de la Consellería de Política Social. A las seis educadoras (cinco mujeres y un hombre) entonces se les hizo un nuevo contrato, como personal laboral indefinido. «En derecho laboral común, indefinido y fijo es lo mismo», explica el abogado José Páramo Sureda. Pero, cuando se trata de trabajadores de Administraciones públicas, «el indefinido se puede confundir con el indefinido no fijo, de construcción jurisprudencial, que viene a ser algo parecido a un interino», precisa.
Ahora, y después de un primer varapalo en el Juzgado de lo Social Número 5 de A Coruña, que desestimó la demanda de los trabajadores de la escuela infantil coruñesa, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) les ha dado la razón: pasan a ser personal laboral fijo.
«En el mes de diciembre hemos tenido esta y otras tres sentencias favorables a trabajadoras del Consorcio Galego. Otra de ellas también en Oleiros, en la Galiña Azul de A Pardela», cuenta el abogado. Dadas algunas sentencias desfavorables, continúa detallando, en estos casos no fueron por la vía del abuso de la temporalidad en la Administración pública, sino por «una cuestión de legalidad ordinaria, como es el instituto de la subrogación del artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores».
«En su caso, fue una mera subrogación con respeto de la fijeza y antigüedad que ya tenían. Trabajaban en escuelas infantiles que los Ayuntamientos gestionaban a través de una concesión a una sociedad limitada o a una cooperativa de trabajadores. En el momento en el que estos centros entraron en la red de las galescolas subrogaron a sus empleados, pero les hicieron un nuevo contrato desde ese fecha como indefinidos. Lo que plantee es que no son indefinidas en el sentido de indefinidas no fijas, sino que son fijas, y se les debía reconocer como tal», detalla el abogado.
En los últimos años, han conseguido que unos 80 trabajadores de la Administración autonómica ganen esta batalla judicial, y pronostica que habrá más casos. En estos casos el tiempo apremiaba. Este reconocimiento por parte del TSXG llega justo antes de que se consoliden plazas por los procesos de estabilización, que podrían dejarlas fuera de su puesto tras 20 años de antigüedad.
Ante el fallo del TSXG sobre A Canteira, cabe recurso de casación para la unificación de doctrina ante el Tribunal Supremo. «En este caso, no lo interpusieron», concluye el letrado.
Desde Política Social reconocen que «houbo situacións semellantes noutras escolas da rede, nas que se subrogou o persoal desde os concellos, en función do vínculo laboral que tiñan con anterioridade á integración no Consorcio».