La familia propietaria de la Casa Cervigón desmiente la venta de su chalé en Oleiros a Richard Gere, como publicó «Semana»
OLEIROS

La vivienda es una joya de la arquitectura realizada por el barcelonés Jordi Tell Novellas
10 sep 2025 . Actualizado a las 14:43 h.La familia propietaria de la Casa Cervigón rechazó esta mañana, a las pocas horas de que la revista Semana publicara que había vendido su casa en Oleiros a Richard Gere, que la información fuera cierta. La revista aseguraba que el actor había pagado por esta propiedad, situada en el extremo derecho de la playa de Santa Cristina, 10 millones de euros
La Casa Cervigón, a la que se accede desde la rúa Polvorín, está situada en un lugar privilegiado, en primera línea de costa y en una zona donde todavía se conserva un núcleo de viviendas unifamiliares. La propiedad siempre ha estado muy bien conservada, sin añadidos que desvirtuasen el diseño original. La Casa Cervigón es una joya arquitectónica, como reconoce el arquitecto coruñés Fernando Agrasar, que la visitó hace unos años, durante una visita privada con una arquitecta catalana que publicó una obra sobre Jordi Tell Novellas (Barcelona, 1907 - Fredrikstadt, Noruega, 1991), quien diseñó la Casa Cervigón.
Agrasar explica que la propiedad es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura moderna de los años 30. Está incluida en el registro de la Fundación Docomomo. Esta entidad hace una reseña, firmada por el arquitecto Celestino García Graña, de la casa Cervigón e indica que «durante el año 1938, después de ser capturado y encarcelado y antes de pasar a la zona republicana junto con los hermanos Caridad Mateo, Jordi Tell proyectó, en una parcela de grandes dimensiones sobre la playa de Santa Cristina, un chalé para los hijos de Emilio Cervigón. Resulta especialmente interesante la integración de los espacios interiores en el exterior, como en el caso de la pieza de estar, que se abre totalmente a un espacio cubierto por la terraza de los dormitorios y desde el que, a modo de podio, se domina el jardín. El gimnasio cubierto se vuelca al espacio de la piscina y a la cancha de tenis, protegida de los vientos mediante un muro que parte del volumen de la casa».

Asimismo, señala como «rasgo destacable la organización interior, basada en el establecimiento de un núcleo, con entrada y comunicación vertical separadas, que recoge todas las dependencias del servicio, y la concatenación de los espacios de comedor, estar y bar, que, situados tres peldaños por debajo del resto de la planta baja, forman un espacio único pero divisible mediante puertas correderas ocultas, en la mejor aspiración a la fluidez de los espacios interiores».
La vida de Jordi Tell Novellas estuvo marcada por sus huidas ante la persecución de la Gestapo, la Guerra Civil española, haber estado encarcelado en la antigua prisión provincial de A Coruña, donde dibujó a sus compañeros presos, y una trayectoria que lo llevó a trasladarse a Noruega, Suecia, Japón, Estados Unidos, México y de nuevo a Barcelona, para concluir sus últimos días en Noruega. Estudió arquitectura en Barcelona, junto con el gallego José Caridad. Tras el golpe de Estado, ambos, de ideología republicana, llegaron a Galicia. Fue en aquel momento cuando recibió el encargo de Emilio Cervigón (importante maderista) de construir una residencia en el extremo de Santa Cristina. Juntos coordinaron la propuesta de una vivienda mirando al mar. Agrasar destaca que la importancia de la propiedad no se restringe a la vivienda, con una arquitectura de inspiración naval y techos planos, sino que incluye unos interiores singulares y un cuidado paisajismo en los jardines.
«É unha obra de arte total, tanto a casa, a finca e os interiores», reconoce Agrasar, que destaca la disposición de los elementos deportivos instalados en la parcela (piscina, frontón y pista de tenis) para que pudieran ser vistos desde la residencia.
También apunta que la propiedad más similar a la Casa Cervigón que podemos encontrar en pie en estos momentos es la Villa Caramés, situada en la N-6 en Perillo, frente a Rialeda, que fue obra de Caridad Mateo.