«El taxi no llegaba, desperté a mi vecina y me llevó en camisón al aeropuerto»

T. Silva OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

Parada de Santa Cruz, junto al parque Luís Seoane.
Parada de Santa Cruz, junto al parque Luís Seoane. ANGEL MANSO

Malestar entre los vecinos de Oleiros por este servicio de transporte. El Concello avanza que podría eliminar las paradas de Mera y O Seixal «porque nunca están»

11 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un mes Lina, vecina de Santa Cruz (Oleiros), debía volar temprano a París vía Madrid. «Y llamamos a un taxi». Medida habitual para este tipo de desplazamientos. Pero los minutos pasaban y nadie respondía. Llamaron de forma reiterada y al final optaron por un plan desesperado: «Tuvimos que avisar a una vecina que estaba durmiendo, íbamos tan justos de tiempo que nos llevó a Alvedro en camisón y bata». Y no era la primera vez que esta familia de la zona de Catasol sufría este tipo de apuros con los taxis. «Mi nieto igual, tuvo que llamar a un pariente en el último minuto para que lo llevara a Santiago porque el taxi no aparecía», señala la mujer.

Su vecina Flor también sufre con este servicio. «Una vez se me estropeó el coche y no pude contar con taxis, en una ocasión tuve que esperar dos horas y otra, algo menos. Cada vez que llamaba a Radiotaxi de Oleiros me colgaban y en la parada de Santa Cruz nunca me cogían», explica a La Voz.

Estos testimonios coinciden con el sentir general de los vecinos de Oleiros con respecto al servicio de taxis en el municipio, especialmente en Santa Cruz. Las reseñas en la web del teléfono habilitado son una gruesa colección de quejas: «Si no hay taxi en la parada, mejor ve andando. La parada está de adorno y el teléfono no sirve de nada», dice una usuaria. «¿Alguien sabe cómo hacer para llamar a un Uber o un Cabify? Estoy hasta el moño de los taxis de Oleiros», señalaba otra. Y son decenas los mensajes con este tono, muy enfadados con los teléfonos que no se descuelgan o que, cuando sí responden y confirman el viaje, tardan mucho en aparecer.

Flor, la vecina de Catasol, ha descubierto un pequeño truco. «En vez de llamar desde la calle con mi teléfono, voy a un local de Santa Cruz y les pido que me llamen a un taxi, entonces sí, ahí llegan en pocos minutos», explica.

Desde el Concello de Oleiros tampoco están muy contentos con el servicio que prestan los 30 taxis en las distintas paradas. Esas quejas vertidas en la web y en las redes también llegan a la casa consistorial. «Recibimos moitas queixas, está habendo moito problemas, chegan correos de xente que non atopa un taxi en horario nocturno tras saír dun local de hostalaría e tamén hai moitos que non conseguen un vehículo para desprazarse ao aeroporto», señalan fuentes del Concello.

En junio de este año, miembros del gobierno local se reunieron con los representantes de los taxistas, «que nos recoñeceron algúns erros», e intentaron acordar un ajuste de medidas para enmendarlos. «A partir desa reunión, celebraron unha asemblea para mellorar no servizo das noites», añaden. Desde el Concello aseguran que la parada de Santa Cristina «é a única que funciona con normalidade». En cambio, tienen planes más abruptos con otras plazas. «As paradas que non teñan uso as imos eliminar», dicen en referencia a Mera y O Seixal. «En Santa Cruz reduciremos o espazo, porque alí é moi raro que haxa máis de dous taxis», añaden.

«Los que están contentos con el servicio no suelen hacer comentarios», dice el portavoz

Adrián Rojo es desde hace dos meses vicepresidente de la Asociación de taxis de Oleiros. Ahora es titular de una licencia después de pasar mucho tiempo como empleado. Sin negar las críticas, señala que «generalmente los que están contentos con el servicio no suelen hacer comentarios, por eso la gran mayoría son negativos, pero pasa con los taxis de otros municipios».

Apunta que se han puesto turnos con dos taxis para cubrir la parada de Santa Cruz de 8.00 a 20.00 horas. «Pero cuando llega el verano no damos abasto con tanta gente que sale de la playa, de las discotecas...».

Propone dos medidas que podrían paliar sensiblemente las deficiencias del servicio. «Por un lado, que nos ayuden fiscalmente para poder contratar. Si yo pongo a otra persona más en mi taxi, el seguro se me dispara a más de 5.000 euros, más el sueldo, y al final no gano nada. Y yo también necesito tiempo para mí, para comer, para dormir, para estar con mi hija...». Su segunda propuesta es crear una especie de mancomunidad de taxis del área en eventos muy puntuales. «Poder inscribirnos algunos taxis de Oleiros para las fiestas de O Burgo, o de Cambre... y al revés, que taxistas de esos municipios puedan reforzar Oleiros cuando aquí suba la demanda, así la gente no tendría que esperar dos horas por un taxi». «Pero esta es una idea personal», matiza.

Más licencias, menos ingresos

Sobre incrementar el número de licencias, considera que redundaría en el perjuicio del colectivo y que, si bien funcionaría en jornadas de mucho movimiento, en días normales afectaría negativamente a sus ingresos.

Entre la larga retahíla de ácidas críticas contra el sector, también se lee alguna positiva. «Profesionales muy formales y atentos», escribió alguien hace cuatro meses.