El bajo que ocupó ultramarinos Aniceto abrirá de nuevo sus puertas la próxima semana con una gran apuesta hostelera
29 nov 2019 . Actualizado a las 13:16 h.Conserva algo de Aniceto. Las vitrinas del pasillo de la entrada, en la que exponen productos delicatesen, son una cuidada réplica de las del mítico ultramarinos. También hay aspectos que recuerdan a Finca Montesqueiro, el padre de la nueva criatura. La distribución de espacios y, sobre todo, el imponente y luminoso patio trasero nos sitúan en lo alto de Perillo. Pero no, el local al que me refiero está en el número 23 del Cantón y abrirá sus puertas al público la próxima semana en un día todavía por determinar.
Auguro que se van a formar colas para asistir al estreno del año. Una apuesta hostelera con una carta de tapas, muchas de ellas para tomar con las manos, y otra con platos que los clientes pueden compartir. Lucía Cidón, directora del espacio, me cuenta que la idea es de no pasar de un precio medio de 30 euros por cabeza, el tique más alto. Al igual que en Montesqueiro, el cocinero catalán Nandu Jubany es el encargado de supervisar todo lo que sale de la cocina que, por cierto, está en el primer piso y se ve desde el patio de abajo. La primera planta también dispone de un salón sobre el Cantón, en el que no hay ni una sola arista, con capacidad para 16 personas sentadas o para 25 si se reserva para un cóctel de pie. De la coctelería se encarga un clásico, David Ortiz.
Tras esta visita previa cuesta ponerle un pero a este nuevo proyecto de José María Gómez, que contó con los arquitectos Ignacio Pedrosa, de Arqnova, y Jaime Pérez, de la propiedad, además de con Marcos Samaniego, de Mas Arquitectura. Apostaron por materiales orgánicos y reciclados, por molduras a mano, por los detalles... El 2019 se despide con el estreno del año.
