Juan Manuel Guimarey, Manolo, se inspiró en un viaje a Andalucía para montar en
A Coruña la freiduría El pescadito hace ya un cuarto de siglo, un aniversario que el confinamiento les impidió celebrar
21 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.
Un buen día, Manolo hizo un viaje que cambió su vida. En Andalucía descubrió los pescaítos fritos, el cazón en adobo y otras especialidades del sur. «Recuerdo que me encantó y se me ocurrió abrir un local con algunos de estos platos. Entonces no había nada de eso por aquí y todavía hoy no hay mucho», destaca Juan Manuel Guimarey, Manolo para todo el mundo, propietario de la cervecería freiduría El Pescadito de la plaza de María Pita y del Brasa y Vino de la calle de los Olmos, el que esconde en sus paredes murales de Lugrís. El 11 de mayo de 1995, tras aquel viaje iniciático a tierras andaluzas, inauguraba el primer mesón-restaurante en la Marina, esquina calle de la Fama. En poco tiempo consiguió alcanzar mucha popularidad a pesar de que tan solo estuvo en este privilegiado lugar hasta el 28 de diciembre del 2003. Me acuerdo perfectamente porque iba a acudir a la despedida y nació mi hija. El bajo y el edificio, que había sufrido un incendio, se rehabilitaron, y se convirtió en sede de Caixanova y ahora de Abanca y Afundación. Otra fecha clave en la historia de este pescadito coruñés vestido con faralaes es el 9 de junio del 2005, cuando volvió a abrir sus puertas en una nueva ubicación, María Pita. «Pensábamos hacer algo especial para celebrar los 25 años del negocio, pero ya sabemos lo que pasó», comenta. En su día trajo recetas de Andalucía que siguen en carta. Me cuenta que algunas no cuajaron y que le resulta difícil conseguir chanquetes. «Los calamares, la puntillita, el cazón en adobo, la fritura de pescaditos, incluidos los jurelitos y la parrochita, siguen teniendo mucha aceptación», destaca. Siempre fue uno de los bares de A Coruña donde mejor tiraron las cañas y de los pocos que sirven patatas fritas al momento. «Ahora mismo no las estamos haciendo porque necesitamos buena patata para freír y no la tenemos en estos momentos», explica Manolo. Sin fiesta, pero el pescadito coruñés más popular llegó a las bodas de plata.