
El propietario señala que «fue el Concello el que eligió la ubicación». La sanción oscila entre los 60.000 y el millón de euros
02 jun 2023 . Actualizado a las 11:48 h.El paseo marítimo de Sada se ha quedado sin uno de sus polos de atracción más reclamados por los niños. Desde hace tres semanas, la caseta de Manolo Rodríguez, que albergaba todo tipo de ciclos y coches a pedales para recorrer el entorno, está clausurada. Este mariscador de O Burgo que se rehízo profesionalmente apoyándose en este negocio ve ahora cómo la ubicación de la caseta, que ha sufrido varias mudanzas, le ha condenado no solo a cerrar la caseta sino que, además, una millonaria multa pende sobre su cabeza, según le informa la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU). Rodríguez se desespera porque asegura que en todo momento ha ido de la mano del Ayuntamiento.
Su actividad de servicio de ocio comenzó hace diez años junto a La Terraza. «Pero cuando ajardinaron la zona me dijeron que me iban a cambiar al sitio de la cofradía», explica Manolo. Así que, tras seis meses junto al emblema de Sada, su caseta se trasladó a la curva que se dibuja en el paseo marítimo junto a la Casa da Cultura Pintor Lloréns. Estaba entonces ocupando un terreno que era dominio de Costas. «Pero la decisión del traslado allí fue del Concello», insiste el empresario.
Con licencia de actividad
«Cuando quise renovar el acuerdo, no me lo aceptaron porque decían que estaba en un lugar en el que no podía situar la caseta. Hablé varias veces con el alcalde Benito Portela, yo seguía en precario pero podía seguir trabajando porque tenía licencia para la actividad», explica Rodríguez.
Tiempo después, aprovechando la instalación de unas pistas de calistenia, recibió la llamada para cambiar la caseta de lugar, bastaba con desplazarla 20 metros y salir así fuera de la servidumbre de Costas. Manolo les pidió entonces que le hicieran una base con viguetas de hormigón o madera para evitar que la caseta de madera se pudriera. «Pero el día del traslado, la colocaron sobre el césped y me opuse. Contacté con el alcalde pidiendo la base, solo para que no se rompiera», relata el dueño del negocio Deport-Ocio. «Tiempo después recibí una comunicación de la APLU que me ordenaba retirar la caseta», señala. Rodríguez asegura que mantuvo una reunión con el alcalde «junto a la misma caseta» para desatascar la situación. A los pocos días le llamaron para notificarle que tendría una base de hormigón que correría a cargo del Ayuntamiento y en una ubicación fuera de Costas. También acudió la Policía Local para hacer un informe de seguridad. «Ya veía la luz, yo estaba encantado», señala el exmariscador.
La segunda notificación
Pero a las pocas semanas Manolo recibió una nueva notificación de la APLU instándole a parar la actividad y retirar la caseta que, si bien ya no estaba en dominio de Costas, sí colisionaba con el plan general de urbanismo. «Solo se admiten quioscos de golosinas, o un bar desmontable con terraza,… mi negocio de vehículos sostenibles quedaba fuera de ordenación», lamenta este vecino de Sada, que apuró el plazo legal que le daba la APLU. «Cerré el 14 de mayo, cuando se cumplían los tres meses, clausuré mi actividad porque tenía una amenaza de multa de entre 60.000 y un millón de euros», apostilla.
«También piden desde la Xunta que se retire de ahí la caseta, pero es de titularidad municipal, y yo tampoco hice las obras de la base, espero que no vengan a por mí, pero la inquietud es constante, ahora estoy de baja porque esto me está afectando muchísimo», reconoce Manolo Rodríguez.
Consultado por este periódico, el exalcalde de Sada, Benito Portela, declinó hacer valoraciones y remitió al expediente de la caseta que se encuentra en el servicio de Urbanismo.