La Ciudad Vieja, el nuevo núcleo duro del ocio de A Coruña

VIVIR A CORUÑA

Le Cucú, en la Ciudad Vieja
Le Cucú, en la Ciudad Vieja CLAUDIA DOCABO

Un puñado de locales han abierto en los últimos meses en esta zona de la ciudad. Bares y restaurantes dinamizan este barrio histórico, sobre todo, durante el día

26 may 2023 . Actualizado a las 18:47 h.

«Sufrimos una degradación programada», «la zona es muy bonita, sí, pero no tenemos ni fibra» o «hay que ser un héroe para hacer actividad comercial aquí», son algunos de los titulares que dejaron vecinos y propietarios de la Ciudad Vieja de A Coruña en este reportaje publicado en La Voz en el 2018. El texto hablaba de un barrio lleno de retos y de residentes que no querían vivir «solo en un museo de piedra». Han pasado cuatro años, una pandemia y un proceso de peatonalización que sigue generando controversia entre buena parte de los vecinos y comerciantes. Sin embargo, en los últimos tiempos el ocio se perfila como el mejor reclamo de la Ciudad Vieja para atraer visitantes y dinamizar la zona. Es más, para muchos es ya el barrio de moda para comer, salir de copas y, en definitiva, pasarlo bien.

La última del goteo de incorporaciones al mundo de la hostelería de este barrio ha sido la vermutería Caldito (Damas, 19). Este local pensado para el aperitivo y ese concepto tan de moda denominado tardeo cuenta, como era de esperar, con una amplia gama de vermús y una estética que pide a gritos asomarse a su barra. Con encurtidos, embutidos, platos de cuchara y la estrella del establecimiento, su sándwich de pastrami, ya hace las delicias de quienes pasean por el barrio. 

Vermutería Caldito (calle Damas, 14).
Vermutería Caldito (calle Damas, 14).

Situado en la plaza de Azcárraga, de la caña o el vermú se puede pasar a la copa en Azka (Praza Xeneral Azcárraga, 1). Este renovado local abrió hace unos meses y compite por ser el predilecto de la zona cuando cae el sol, aunque está abierto desde por la mañana para tomar el café. Bea Padín, responsable del local, indica que, de hecho, «elegimos esta localización porque la plaza nos parece la más bonita de la ciudad y creíamos que la Ciudad Vieja tiene mucho potencial, que ya se está demostrando que es así». Añade que el ambiente idóneo, además, porque es un barrio que se vuelca con los eventos en la calle y que en Azcárraga suele haber actuaciones casi todos los meses.

Azka, en la Ciudad Vieja
Azka, en la Ciudad Vieja

La oferta gastronómica también despunta en este enclave de la ciudad. Además de clásicos como La Leonesa para picar algo informal, o exóticos como 55 Pasos, el bistró francés Le Cucú (Damas, 22) y el italiano Troppo (San Francisco, 4), especializado en antipasti, se han convertido en indispensables para los más foodies de la ciudad en los últimos meses. Por si fuera poco, negocios que están de plena actualidad como Arobe, un taller de cerámica, también han decidido asentarse en este y no en otro punto de la ciudad.

Imagen del bistró francés Le Cucú
Imagen del bistró francés Le Cucú Claudia Docabo

Esta completa oferta de ocio genera, al menos, escepticismo en los residentes. Por un lado, como explica Leonardo Méndez, presidente de la Asociación de Vecinos de la Ciudad Vieja, «la apertura de negocios siempre es positiva porque dinamiza la zona y supone un valor añadido para este barrio histórico; pero por otro, es importante que se cumpla la ordenanza y la normativa porque tiene que haber una convivencia sana con los vecinos». Y añade: «Lo bueno que tienen estos nuevos locales es que están más enfocados al ocio diurno que al nocturno, que ya nos pasó muchísima factura hace años; de momento están generando riqueza y ambiente, si se sigue así, todo bien».

Balazs Menyhard, cocinero y copropietario de 55 Pasos
Balazs Menyhard, cocinero y copropietario de 55 Pasos

Precisamente, el Trend es otro de los nuevos representantes de esta nueva forma de entender el ocio, que cuajó especialmente tras las primeras olas de covid-19. En este local del número 8 de la calle de Santiago, se puede charlar y tomar un cóctel tranquilamente. Además, los domingos ofrecen callos y música en directo a la hora del vermú.