
La vía coruñesa ya ha completado su peatonalización y humanización, que ha dejado dos segmentos muy diferentes
13 jun 2023 . Actualizado a las 13:49 h.Tras más de un año de trabajos de humanización y peatonalización ya se puede decir que la calle Alcalde Marchesi de A Coruña ya no está en obras. Un final que es del agrado de vecinos y comerciantes, al proporcionar un tramo más de la esperada ronda peatonal de la ciudad, que conecta el parque de San Diego con el parque del Observatorio; y que ofrece dos diseños muy distintos. El primer tramo está destinado a llamar la atención, el segundo a pasar inadvertido. ¿Cuál te gusta más?
El fin de semana es cuando se dieron por concluidas las obras de humanización del último tramo de la vía, el que está entre Ramón y Cajal y calle Posse, así como la parte de Río de Monelos, la que llega hasta el viaducto que atraviesa la avenida de Oza. Estas obras contaron con un presupuesto de 676.734 euros, que se cofinanciaron con fondos Next Generation.
El resultado de la intervención ha dejado un carril de calzada en una sola dirección, con una zona de carga y descarga en el margen derecho y aceras ajardinadas a ambos lados, con mobiliario público renovado. En el acceso desde Ramón y Cajal se elevó la calzada para evitar el exceso de velocidad de vehículos a la entrada en este tramo. Por otro lado, el nuevo paso de peatones entre los dos tramos de Alcalde Marchesi le da continuidad a esta calle. En Río de Monelos, por su parte, se instaló también una plataforma única, con una zona de circulación mixta y espacios de uso exclusivo para peatones. Se instalaron también nuevas jardineras y mobiliario urbano.

Estas obras de remodelación han conseguido el objetivo de dar más espacio a los ciudadanos y menos al coche. Se ha generado un espacio con gran presencia del cemento, pero que, con el paso del tiempo, irá perdiendo impronta por el crecimiento de los árboles plantados. Un diseño muy diferente al realizado en el primer tramo de la calle Alcalde Marchesi y de Primavera, cuyas obras se presupuestaron en 975.000 euros.
La finalización de esta primera parte se produjo antes, en diciembre del 2022, y en general la acogida de los vecinos y comerciantes de la zona fue buena .«Está todo precioso», contaron a La Voz. Sin embargo, los cuadrados en diferentes tonos de verde y gris causaron bastante polémica entre los vecinos, tanto por el tiempo que requería su instalación como las dudas sobre su perdurabilidad en el tiempo. «Yo soy del verde, pero me parece que se ensucia mucho. Está todo precioso, pero eso lo ensombrece», señaló una viandante a este medio.

El objetivo de los arquitectos de esta original reforma era dar vitalidad y viveza a una calle que definían como oscura, caótica y llena de coches. «Planteamos resolverlo a través de los colores y a través de las formas y elementos de mobiliario urbano que hemos puesto. Intentamos hacerlo lo más orgánico posible, que no fuesen solo elementos duros. La idea era crear una gran plaza lineal para la convivencia de las personas, más que una calle», contó a este medio Santiago González, arquitecto del estudio Naos 04 y responsable.
Además del arriesgado diseño, se instalaron más bancos, zonas de juegos para niños y adultos, más árboles o un nuevo sistema de iluminación. La actuación que falta por acometer para la finalización del proyecto es el tramo de Benito Blanco Rajoy, con un párking privado, que se une con la calle Santiago Rey Fernández-Latorre, que también ha terminado las obras de instalación del carril bici y ensanchamiento de las aceras.