Bonilla a la Vista cierra este viernes su churrería de la calle Ramón y Cajal de A Coruña

Y.G.

VIVIR A CORUÑA

El establecimiento de Bonilla a la Vista de la calle Ramón y Cajal.
El establecimiento de Bonilla a la Vista de la calle Ramón y Cajal. No disponible

El derribo del edificio en el que se encuentra el negocio es el motivo de la decisión

27 jun 2023 . Actualizado a las 18:02 h.

El barrio de Cuatro Caminos se queda sin su Bonilla a la Vista. Fuentes de la compañía informan a La Voz que este viernes, 30 de junio, será el último día de trabajo. La razón se debe a que el edificio va a ser derribado. Por el momento, no está prevista una nueva apertura, pero las mismas fuentes señalan que toda la plantilla del establecimiento de la calle Ramón y Cajal va a ser reubicada. 

La historia de los churros de Bonilla con el barrio coruñés comienza en el año 1992, cuando la empresa abre un establecimiento en el Centro Comercial Cuatro Caminos, en la planta de arriba, lo que ahora es un local vacío que todavía mantiene el nombre de sus últimos inquilinos, la firma de moda Punt Roma. Serán muchos los que recuerden las meriendas entre nietos y abuelos, una costumbre no solo de las lluviosas tardes de invierno. 

La mudanza a la actual ubicación se produjo en el año 2006, lo hicieron a pie de calle. «La renta era alta y ahora nos vamos a poner a ras de calle», contó a La Voz César Bonilla. «Rivalidad, no; somos amigos», añadió sobre situarse casi frente a la churrería El Timón, la otra gran referencia de la ciudad. Lo cierto, Cuatro Caminos ha sido tradicionalmente uno de los barrios más churreros, con otro gran nombre como Torre Esmeralda, que cerró. 

Este viernes se pondrá fin a la relación entre Bonilla y el vecindario coruñés. Sin embargo, la compañía mantiene una gran implantación en la ciudad, con locales en la calle Galera, 52, en Real, 54, en Juan Flórez, 30, Barcelona, 43, y ronda de Outeiro, 256. Además, sigue creciendo con sus patatas fritas, que ya se venden en nuevos formatos más pequeños, la lata mini; o siguen ampliando su presencia internacional, como fue en el pícnic de la coronación de Carlos III: «Nuestras patatas son un aperitivo de lujo», contaron a este medio.