Una comerciante de A Coruña tira de ironía contra los excrementos de mascotas: «Es un placer limpiar sus cacas»

Y.G.

VIVIR A CORUÑA

María Estrada ha colocado un cartel en la fachada de su negocio contra los excrementos de mascotas.
María Estrada ha colocado un cartel en la fachada de su negocio contra los excrementos de mascotas. y.G

Emprenderá una recogida de firmas para presentar una queja en el Ayuntamiento

04 abr 2024 . Actualizado a las 15:14 h.

María Estrada, dueña de Mi Pequeña Merichic (Nicaragua, 21), lleva poco más de un año instalada en la zona. Regenta un negocio de complementos personalizados y únicos, del que está muy orgullosa. «Estoy muy contenta», dice. Sin embargo, se ha hartado de los excrementos de mascotas que casi cada día tiene que limpiar antes de subir la persiana del negocio. Un problema que sucede desde que abrió. «Me sorprende mucho, esta es una cuestión de ética y de educación», dice.

Este problema lo comparte con otros comerciantes de la zona, pero que ya están más acostumbrados. María, en cambio, ha decidido ponerse manos a la obra para evitar que siga sucediendo. Lo primero que ha hecho es colgar dos carteles en la fachada de su establecimiento, donde se ha servido de la ironía: «Gracias a todos por dejar que sus mascotas meen en mi fachada. Será un placer limpiarla. Gracias», dice el letrero.

María Estrada cuenta que dudó mucho en qué tipo de cartel hacer. Valoró otras ideas como «poner verdes» a los transeúntes. Sin embargo, quiso utilizar el humor para, quizá, ser un poco más efectiva. Lo cierto es que un negocio del barrio de Os Castros sí que consiguió que los viandantes les robaran flores con el siguiente letrero: «Señora, no se lleve las plantas, mírelas y sonría, la estamos filmando».

El cartel lleva puesto desde hace quince días. La comerciante cuenta que los clientes, vecinos y otros comerciantes la han felicitado por la acción. Además, en los últimos días ha notado que los dueños de perros son más respetuosos. Sin embargo, la problemática sigue pasando. Así, María piensa emprender una recogida de firmas para presentar una queja en el Ayuntamiento para que haya más vigilancia o más limpieza.

Lo cierto es que el último cambio de la ordenanza municipal exige que toda persona que pasee con perros por la calle o por espacios privados de uso público estará obligada a adoptar en todo momento las medidas necesarias para evitar que su mascota ensucie. Quien no lo haga incurrirá en una infracción leve, sancionada con multa de entre 100 y 500 euros.