En Rosalía de Castro se concentran algunos de los negocios con más seguidores de la ciudad
23 jul 2024 . Actualizado a las 11:04 h.París romantizó la idea de estar a la fresca con un vino comiendo asfalto. Y la llegada del covid hizo que, en urbes como A Coruña, brotasen terrazas en unas aceras que antes se limitaban al tránsito de viandantes. Ahora lo habitual es pasear por el centro de la ciudad y e ir esquivando mesas, con sillas a cada cual más divina, siempre abarrotadas. Si hay una calle que representa este nuevo modelo hostelero a la perfección es Rosalía de Castro. Siempre hasta la bandera, esta zona del entorno de la plaza de Lugo la frecuentan jóvenes y vetustos, que se acercan a Pandelino para desayunar, a Napolit para comer y a Samaná para dale al afterwork. Muchos de ellos, conquistados por las redes sociales de estos locales, que suman miles de seguidores y, según dicen quienes manejan sus hilos, «crean comunidad».
El tirón de la gastronomía se hace aún más fuerte en el terreno digital. El asador de carne Beautiful cuenta con más de 1.400 seguidores. A su lado, Samaná acumula casi 8.000; Pandelino tiene 14.300 y, a escasos metros, Napolit supera los 26.000. El éxito para alcanzar tales cifras lo explica Alice De Robbio, cofundadora de una de las pizzerías más de moda en A Coruña. «Hacemos muchas colaboraciones con otras marcas e intentamos ofrecer una imagen potente con estrategias que permitan a la gente sentirse parte de Napolit. Generamos confianza, no para atraer la venta, sino para crear un universo que divierta y del que la gente quiera participar».
Efectivamente, la cuenta de Instagram de esta pizzería va más allá de unas suculentas imágenes de comida: realizan entrevistas por la calle, concursos y sondean al público, al que suelen hacer caso y luego les ofrecen en el restaurante lo que demanda. «Hacemos una escucha muy activa a través de las redes que nos permite llegar todo tipo de perfiles», añade Alice, que cuenta que se inspiró en Valeria, de su ahora vecina Tedin, a la hora de gestionar las redes de Napolit.
Valeria Sánchez estudió ADE. Nada que ver con el mundo de la farmacia que había mamado en casa, pues su madre regenta la farmacia Tedin de la plaza de Ourense. Sin embargo, se involucró en el negocio en el 2014, apostando por crear marca a través de una pantalla. «Quería enseñarle a la gente lo guay que es nuestro equipo con vídeos cómicos o bailando; esto ahora está muy manido pero antes nadie lo hacía, y menos en este sector». Los seguidores empezaron a crecer como la espuma en Instagram, hasta llegar a los casi 58.000 que tiene Tedin en la actualidad. De hecho, como revela esta casi influencer, «fue el tirón de las redes el que nos hizo plantearnos nuestro modelo de e-commerce». «Con la pandemia nos profesionalizamos [se refiere a esa parte beauty, centrada en el cuidado del rostro y el cabello], y por eso el año pasado abrimos en Rosalía de Castro centrándonos en este tipo de productos».
Entre las clientas de Tedin se encuentran las hermanas Pombo y Ana Peleteiro, que se fían a pies juntillas de las recomendaciones de Valeria. Y como ellas, infinidad de usuarios. «Estamos teniendo tanta repercusión en redes que montamos nuestro plan de márketing a partir de ahí, y no al revés. Últimamente nuestro mayor éxito ha sido un stick solar coreano: vendimos 400 unidades en 24 horas».