La retirada de andamios del cine Avenida permite a muchos coruñeses conocer por primera vez este emblema de la arquitectura local. En la ciudad quedan construcciones que no se recuerdan sin una lona y un andamio
29 dic 2024 . Actualizado a las 12:20 h.La ciudad tiene estas Navidades un nuevo punto turístico. Más allá de la tienda efímera del Zara de Compostela, la pista de hielo del muelle de Calvo Sotelo o el belén municipal, muchos coruñeses podrán acercarse a las batallitas que les contaban sus abuelos delante del cine Avenida, ahora reconvertido en Espacio Avenida de la mano de Abanca. Esta semana, y tras años con la cara oculta, el edificio proyectado por Rafael González Villar volvía a lucir fachada. Los Cantones recuperan así uno de sus inmuebles más ilustres gracias a la reforma realizada por Elsa Urquijo, la arquitecta de cabecera del sello Inditex. El racionalismo con toques art dèco del cine Avenida por fin se ha liberado de un mantón y unos hierros que aún pesan en algunos de los edificios más icónicos del callejero coruñés.
El ejemplo más paradigmático es el edificio de Hacienda. Es difícil tirar de memoria y encontrar una imagen donde la construcción del arquitecto José Ramón Miyar Caridad esté liberada de armaduras. Con más de medio siglo de historia, su fachada se ha sometido a varias intervenciones. La última ocurrió a finales del 2019, unos años después de que se cambiara el revestimiento exterior del edificio. Desde entonces, la edificación que mira tanto al paseo marítimo como a la calle Comandante Fontanes está cubierta por una red y un conjunto de andamios que llevan más de cinco años provocando molestias a vecinos y transeúntes.
La lona trata de evitar que se desprendan unas losetas que pierden adherencia, sobre todo en la fachada que mira al mar, que está más expuesta a las agresiones de agentes atmosféricos externos. Un lustro lleva el edificio de Hacienda esperando unas obras de sustitución de materiales que todavía ni se han licitado, pese a que estaba previsto para finales de este 2024. Empleados de la delegación de Hacienda en A Coruña indican que con todos los pasos que quedan por delante, la ejecución de la reforma no se iniciará hasta el 2027.
El ruido visual que provoca la espera por una rehabilitación que no llega también lleva meses obstruyendo una de las zonas más emblemáticas, por su arquitectura, de la ciudad. La plaza de Lugo tiene en la casa Arambillet, la casa de los Cisnes y la casa Viturro algunas de las grandes joyas modernistas de la urbe. Esta última lleva desde el pasado abril cubierta por una gran lona que desluce este entorno privilegiado. El edificio creado por el arquitecto Galán Carvajal, que hace esquina con la calle Compostela, iba a estar cuatro meses en obras. Sin embargo, los trabajos de rehabilitación se han ido dilatando y todavía no se puede contemplar su esplendor. Alonso Viturro de la Torre, nieto de Manuel Viturro Posse, quien adquirió la construcción, calcula que «los trabajos terminarán en un mes, sí, a mediados de enero».
El edificio que también lleva meses esperando lucir palmito es el del Banco Pastor de Cuatro Caminos. La rehabilitación se aprobó en el 2022, y se trata de una reforma integral que culminará con la creación de doce viviendas. El simbolismo del edificio levantado en 1957, firmado por Antonio Tenreiro y Peregrín Estellés, aumenta la expectación por saber cómo quedarán finalmente estos inmuebles. Según BESPI Construcciones, las obras terminarán «a principios del 2025».