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Con más de un siglo de vida, esta mansión lleva 60 años en manos de la familia Tenreiro, que se plantea una nueva vida para su casa de veraneo después de que haya ejercido de plató para películas y videoclips
11 feb 2025 . Actualizado a las 13:19 h.«¿No dice Richard Gere que está buscando casa en Oleiros? Pues aquí tiene una». Antes de que salten las alarmas, Enrique Tenreiro deja claro que está de broma, que Villa Isabel no está a la venta a no ser que alguien quiera pagar «un precio desorbitado, y no tendría sentido». En un contexto en el que la clase alta empieza a distinguirse más por tener una propiedad que liquidez financiera, los Tenreiro no se plantean deshacerse de un emblemático palacete que, sin embargo, sí podría beneficiarles económicamente «en el medio plazo», pues la idea es vincular esta mansión al turismo reconvirtiéndolo en una especie de hotel boutique.
Villa Isabel tomó forma en 1902 de la mano de José Marchesi Dalmau, más conocido como Alcalde Marchesi. Obra del arquitecto Luis Bellido, este palacete de estilo indiano escondido en medio del arbolado de Vilar lo adquirió hace 60 años la familia Tenreiro, que dotó de una nueva vida a esta casa llena de secretos y magnetismo. El arquitecto Ramón Tenreiro Brochón, que entre otras firmó la obra de la Torre Esmeralda de A Palloza, permitió disfrutar a sus once hijos —a los que ahora se suman nietos— de unos veranos únicos que aún juntan a toda la prole cuando llega el buen tiempo.
No son los únicos que han tenido el lujo de gozar de los 900 metros cuadrados de este inmueble de tres plantas que tiene, en la zona baja el comedor, la sala de estar y otras dependencias como el recibidor o los aseos. En la primera planta hay cuatro dormitorios y tres baños. En la segunda, seis dormitorios más. Y en lo alto de todo, el torreón, que se aprecia desde varios puntos de la comarca. Estas señoriales dependencias han servido, como recuerda Enrique Tenreiro de plató de películas y videoclips, de los que guarda anécdotas imborrables.
Menciona el rodaje del vídeo de la canción Lalala de Anni B Sweet, donde se explota sobre todo el espacio del comedor. La cantante, aunque quedó encantada con el resultado de la grabación, «llegó a decirme que había sentido la presencia de un fantasma», recuerda Tenreiro, que no oculta el aspecto «fantasmagórico» de Villa Isabel.
En este palacete se rodaron también los filmes Autopsia, La Atlántida o Mia Sarah, «la última en la que participó Fernando Fernán Gómez». También Bellas durmientes, de Eloy Lozano, basada en la novela La casa de las bellas durmientes, del Premio Nobel japonés Yasynari Kawabata. Este director ourensano es más conocido por ser la mano derecha de Adolfo Domínguez y, sobre todo, por ser ser una de las mentes detrás del eslogan que encumbró al diseñador: «La arruga es bella». Definitivamente lo es.