Claudia Cardinale presenta en España «Mi Túnez»

Tomás García Yebra

CULTURA

29 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«¿Cómo fueron mis comienzos? Un incidente. Yo quería ser maestra de escuela en el desierto, pero a los 17 años aparecieron unos señores del cine y me propusieron ser actriz. Les dije que no. Volvieron. Les volví a decir que no. Hasta tres veces. Utilicé la misma estrategia que utilizo para conquistar a los hombres: decir no, no y no». Así relató Claudia Cardinale, auténtico sex symbol de las pantallas en los años sesenta, los primeros pasos de una carrera donde se alternan títulos menores con otros de la talla de El gatopardo y Rocco y sus hermanos , de Luchino Visconti, o 8 1/2, de Federico Fellini. La actriz viajó a España para promocionar Mi Túnez (Timeo), un libro donde relata sus años de infancia y juventud en su tierra natal.

«Soy una tunecina con educación italiana y cultura francesa», dijo la Cardinale, quien a sus espléndidos y vitalistas 71 años sigue al pie del cañón. En septiembre estrena la película El filo , de Mehdi Ben Attia, y está estudiando algunos proyectos cinematográficos en Marruecos, Nueva York y París, ciudad en la que reside. También piensa hacer alguna obra de teatro. «Si he conseguido algunas cosas ha sido a fuerza de coraje», afirmó. «Yo no puedo estarme quieta. Mi vida está asociada al trabajo, a los viajes, al movimiento».

Newman y McQueen

Lamentó que el cine se haya convertido en una industria que prefiera el dinero al arte. «Antes los rodajes eran una aventura y, en esa improvisación, surgía el genio y la creatividad; ahora es todo demasiado mecánico y previsible». A pesar de los reproches a un cine que «solo busca hacer dinero», no escatimó elogios hacia Penélope Cruz. «Es una actriz formidable».

Cardinale recordó las temporadas que pasó en España rodando películas como Las petroleras , en 1971, junto a Brigitte Bardot, o El fabuloso mundo del circo , de 1964, donde compartió cartel con John Wayne y Rita Hayworth. «He tenido la suerte de trabajar al lado de grandes actores y actrices. ¿Mis preferidos? Me gustaban mucho Paul Newman y Steve McQueen». El primero, según contó, le invitó a su casa de Los Ángeles, y a McQueen le veía en Roma cuando «iba a probar su Ferrari a Italia».

Salpicado con decenas de fotografías familiares y profesionales, el libro alterna frases de escritores y viajeros que plasmaron sus impresiones del país árabe con recuerdos personales de la actriz.