Un escritor que antes editó cuatro discos como músico

La Voz

CULTURA

20 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Nacido en Exeter hace 45 años, Dan Brown comparte alguna similitud con el personaje que le dio fama y fortuna. Además de la edad y las chaquetas de tweed -Langdon es descrito como un cuarentón bien conservado-, ambos han jugado de niños a buscar tesoros escondidos, usando una cadena de pruebas y pistas. Brown lo hacía de niño, y Robert Langdon ya crecidito, con una mujer al lado y vidas en juego.

Antes de ser escritor, Brown probó a ser músico. Publicó cuatro discos, de los cuales vendió un total de trescientas copias. Deprimido ante la falta de éxito, lo intentó con los libros. Al principio no fue demasiado bien. Sus primeras tres novelas ( Fortaleza digital , Ángeles y demonios y La conspiración ) tuvieron unas primeras ediciones muy flojas, y unos resultados no demasiado esperanzadores, con poco más de diez mil ejemplares vendidos por título. Fue con la segunda aventura de Langdon con la que la tormenta Brown estalló, y esa explosión tuvo efectos retroactivos en sus anteriores obras, que llegaron a estar todas a la vez en la lista de los más vendidos del New York Times . Más de 80 millones de copias despachadas de El Código Da Vinci y 200 millones de euros en el banco después, el escritor decidió que Langdon sería de nuevo su personaje fetiche para esta quinta aventura literaria.

Personificado en el cine por Tom Hanks, Robert Langdon es profesor de iconografía religiosa y simbología en la Universidad de Harvard. El apellido le viene de un antiguo profesor de Dan Brown, experto en la creación de ambigramas, de tanta importancia a lo largo de sus novelas.

Aunque Langdon no es capaz de grandes proezas físicas, su intelecto superior le permite hacer asociaciones mentales y descifrar códigos con gran rapidez. Los enigmas planteados por sociedades secretas milenarias se los toma él con los cereales del desayuno. Eso sí, cuando le persiguen albinos malvados o tenebrosos tipos tatuados, Langdon prefiere recurrir a su acompañante femenina para que le saque las castañas del fuego. No llega a tanto Brown, pero sí reconoce que su mujer es su principal apoyo y por eso le ha dedicado esta nueva novela.