Los actores Ben Chaplin y Robbie Kay aprovecharon su estancia en la ciudad para ir de tapas y de compras
19 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Si no te gusta el tiempo, espera cinco minutos. Este dicho es popular tanto en Newcastle como en A Coruña, dos de los tres enclaves en los que se desarrolla la trama de Vivir para siempre. Y precisamente «la luz del invierno que hace única y diferente a la ciudad, aunque dure cinco minutos», en referencia al enclave coruñés, fue lo que llevó al equipo a trasladarse hasta Galicia, donde estuvieron grabando durante esta semana.
El largometraje, que es un guión adaptado de la novela Ways to Live Forever de Sally Nichols, cuenta los dos últimos meses de vida de un niño de 12 años, Sam, que interpreta Robbie Kay, conocido por su papel en Pinocho. Sam quiere saber como se sienten los adolescentes, porque él no llegará a serlo. Tiene leucemia, y aunque los adultos respondan con ambigüedad y eviten hablar de ciertos temas, Sam quiere conocer todos los detalles sobre la muerte. Se pregunta, por ejemplo, «Que pasa si a alguien lo entierran vivo», algo que el director Gustavo Ron califica de pregunta martillo. «Es una mezcla de ser muy maduro y muy infantil a la vez, y ya que los mayores eluden el tema, él a través de Internet y de sus amigos intenta averiguar lo que puede».
Para su padre en la ficción, el actor Ben Chaplin, la película describe un drama que se repite en miles de hogares a diario. Sin ir más lejos en el suyo. «Cuando me dieron el guión me sentí muy identificado, mi madre murió de cáncer cuando yo era pequeño. Es mi vida». Ben interpreta a Daniel, un padre que se resiste a creer que la vida de su hijo concluye antes que la suya. «No estamos preparados para perder a un hijo».
Fue durante un trayecto de tren de Barcelona a Madrid la primera vez que Gustavo Ron leyó la novela. La segunda fue con lápiz y papel al lado, dispuesto a escribir el guión de su segunda película. «Me generó una serie de sentimientos que quería que el espectador también sintiera. Quise ser fiel a una cosa que dice el libro que es vivir la vida al máximo porque cada minuto cuenta». Tanto los actores de la película, Ben y Robbie, como el director Gustavo Ron, coinciden que en a pesar de la dureza del argumento quieren lanzar un mensaje positivo. «No es una película sobre un niño que se va a morir, es sobre un niño que quiere vivir sus sueños», sentencia el director madrileño, al que le gustaría trabajar con actores gallegos de la talla de Luis Tosar o Sara Casasnovas.
Los actores se mostraron-durante su encuentro con los medios- encantados con su estancia en A Coruña. El pequeño Robbie, que visitaba España por primera vez, estaba ansioso por probar «las tapas». Para el londinense Ben que ya pudo degustar el sabor de la comida española en sus anteriores visitas a nuestro país, los intereses eran otros. «¿Dónde puedo encontrar zapatos Camper y una tienda de Zara». Hasta que la película llegue a los cines, en septiembre del año que viene, queda un largo trabajo de posproducción que en gran parte se desarrollará en A Coruña. «El montador es gallego y muchos de los profesionales en los que confío y con los que trabajo también-una de las productoras, Formato, es coruñesa- y espero que sea por mucho tiempo», dice Ron, que ya tiene en mente varios proyectos.