Para que todos estén contentos

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

03 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Era previsible que Hollywood agradeciera a James Cameron lo mucho que ha hecho (y en eso sigue) por el negocio, salvando las cifras del 2009 en el mercado mundial (sobre todo para la exhibición) a cuenta de Avatar y echando una manita para las del año que comienza. Añádase la carambola de designar diez películas candidatas para beneficiarlas con la dosis de publicidad extra que suponen las nominaciones al Oscar. Al final, todos contentos y bobo el que proteste.

Si Avatar no es más que simpleza muy bien facturada y desinfectada para no ofender a nadie (no hagan caso de las polémicas, son tocomocho?), The Blind Side es el típico-tópico drama de consumo interno que Disney apadrinaría sin rubor; Distrito 9 es original, pero tampoco está entre las diez mejores, aunque quizá sí entre las cincuenta; y, finalmente, Malditos bastardos, puro márketing de ese gran vendedor de sí mismo que es Quentin Tarantino, para colmo candidato al mejor director. Un disparate.

Canta distinto el gallo de las seis restantes, todas de notable alto. Comenzando por la encantadora Up, continuando por las amargas Up in The Air, Precious (entra el viernes en España) y An Education, para culminar en la inteligente Un tipo serio y en la impactante En tierra hostil, cuya directora, Kathryn Bigelow, debería llevarse el Oscar frente a su ex, el muy hábil James Cameron, que será quien finalmente subirá a recogerlo al escenario del Teatro Kodak de Los Ángeles el próximo 7 de marzo.

Lo de Pe dejémoslo en anécdota, y la candidatura de la argentina (con pequeña parte española) El secreto de sus ojos en muy meritoria, porque el and the Oscar goes to? sonará para el excelente drama La cinta blanca, de Haneke.