Rock in Rio Madrid se ha convertido en algo más que música, es un auténtico parque de atracciones en el que los asistentes pueden subirse a una lanzadera a diez metros de altura, girar en una noria o simplemente hacerse una caricatura o un tatuaje. Y es que la ciudad del Rock de Arganda del Rey ofrece al público asistente una gran variedad de opciones de ocio. Ayer abrió sus puertas a las siete de la tarde con ya largas colas de aficionados, bien a la música, bien a las atracciones, soportando el calor. La organización espera que la afluencia alcance las cien mil personas diarias.
Horas antes ya habían visitado las instalaciones algunas de las estrellas del festival. De los primeros en llegar fueron los estadounidenses de Bon Jovi, que se quedaron un poco sorprendidos por la magnitud de las instalaciones del Rock in Rio en Arganda del Rey. Eran los más esperados de la primera jornada, que tenían prevista su actuación a las 00.30 horas. «Será el repaso a los últimos 15 años de carrera», anunció Jon, parapetado tras unas gafas negras en la rueda de prensa que ofrecieron a mediodía. Desde que publicaron su primer disco, Bon Jovi se ha suavizado. «No podemos pretender tener 21 años. Sería absurdo», ha justificado Jon.
La heroína de hoy, la colombiana Shakira, también se encontraba ayer en Madrid, pero para publicitar una camiseta destinada a recaudar fondos para su oenegé, Pies Descalzos. La cantante anunció que en su actuación de esta noche, además de sus grandes éxitos, adelantará algunos de los nuevos temas que llevará en la gira mundial que iniciará en septiembre, El tour de las delicias, y que la traerá de retorno a España el próximo noviembre.
El rock de Mägo de Oz y los ritmos de Macaco fueron los encargados de levantar el telón cuando aún no había caído el Sol en los distintos escenarios del festival.