«El Camino es más importante que el destino»

Concha Pino SANTIAGO/LA VOZ.

CULTURA

13 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La escritora inglesa afincada en el sur de España desde hace unos años Tracy Saunders regresa a la que para ella es la verdadera meta del Camino de Santiago, Fisterra. Y, de paso, a Compostela. Lo hace un año después de haber presentado su novela Peregrinos de la herejía (editorial Bóveda), y del éxito que está teniendo la obra, de la que en breve saldrá la segunda edición en formato de bolsillo. Saunders relata la historia de una mujer que emprende el Camino de Santiago desde el Sur de Francia, y a la que un seminarista irlandés, peregrino como ella, trata de convencer de que los restos que se veneran en la catedral de Santiago no son los del Apóstol sino los de Prisciliano. La trama está llena de misterio y de intereses ocultos.

-­¿A qué atribuye el éxito en España, precedido del que tuvo en Estados Unidos?

-No lo sé, pero creo que la gente tiene interés en el Camino de Santiago, porque es año santo y porque hay muchos libros de este tipo, que ponen en cuestión aspectos de la Iglesia católica del tipo de los de Dan Brown.

-¿Y quizá porque muchos peregrinos no son creyentes?

-Acabo de hacer el Camino Portugués y he hablado con un peregrino del tema. La respuesta es que no se hace el Camino por razones religiosas sino espirituales, incluso sin saber por qué, ni porque esté enterrado Santiago o quien sea. El Camino es más importante que el destino, y lo que he encontrado es a mucha gente que lo hace, pero que continúa a Fisterra, siguiendo el Camino de las Estrellas, el más antiguo y que se hacía antes de que le llamaran ruta jacobea.

-¿Ha hecho la ruta portuguesa por alguna razón?

-Estoy investigando sobre Diego Xelmírez, una personalidad muy importante y que me interesa mucho, para un nuevo libro que se llamará Compostela, con dos partes y con los mismos protagonistas de Peregrinos de la herejía . Y quiero hacer otras rutas. La semana próxima haré el recorrido francés al revés, desde Santiago a Jaca. Quiero hablar con los peregrinos, los voluntarios y con los hospitaleros.

-¿Ha descubierto algo que modifique su visión?

-Lo que he comprobado es que el Camino ha cambiado mucho en estos diez años. Hay mucha más gente, pero menos espiritualidad. Muchos lo hacen como unas vacaciones baratas, y creo que merece la pena hacerlo aunque sean los últimos cien kilómetros, pero no como excursión ni si el único objetivo es conseguir la compostela. Esa acreditación la conceden a quien peregrina por motivaciones religiosas y espirituales, sin distinguir una de otra, y no son lo mismo. La Iglesia católica es muy rígida, y hay otras religiones entre los peregrinos.

-Hace un año afirmó que el Camino la cambió. ¿Mantiene esa sensación?

-Totalmente. Es difícil explicarlo, pero fue un verdadero viaje interior, escuchando el Camino. Descubrí que hay muy pocas cosas importantes.