Controversia sobre el paisaje y teorías esotéricas para la sonrisa más misteriosa

La Voz

CULTURA

03 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El paisaje de fondo a la figura femenina de La Gioconda ha sido desde siempre base de numerosas teorías. Hace un mes, la estudiosa Carla Glori relacionaba el puente con el año 1472, cuando el río Tebbia destruyó el Ponte Gobbo o del Diablo, en Piacenza. Ahora, el Comité Nacional Italiano para la Valoración de Bienes Históricos lo sitúa en Arezzo. Sería el puente Aburiano, donde Leonardo estuvo al servicio de César Borgia entre 1482 y 1503.

Los misterios en torno a la sonrisa de Mona Lisa son numerosos. Hay quien dice que la musa era Bianca Sforza, hija de Ludovico el Moro, mientras que otros hablan de Isabel d?Este, de Ferrara, aunque casi todos los estudiosos están de acuerdo en que es el retrato de Lisa Gherardini. Las teorías más curiosas ven bajo la misteriosa mueca un autorretrato del pintor.

Los numerosos cambios de idea y correcciones del propio artista descubiertos con rayos X han añadido más misterio a un cuadro que acompañó a Leonardo hasta su muerte en Francia, cosa extraña para la época, ya que todos los artistas trabajaban con encargos.

También han abundado las teorías esotéricas, en las que se mezclan los templarios y el Santo Grial, tal como ocurre en la polémica novela de Dan Brown El código Da Vinci. Tal vez sea la sonrisa misteriosa, la belleza de la mujer y el extraño paisaje, lo que, unido a la peculiar personalidad de Leonardo, han creado el misterio que envuelve a La Gioconda.