La película narra la historia real de un alpinista que se arrancó un brazo para escapar de una roca bajo la que quedó atrapado durante cinco días en el Gran Cañón.
10 feb 2011 . Actualizado a las 10:37 h.Los médicos australianos advierten a los ciudadanos que la película «127 horas» no es apta para algunas personas por el realismo de una mutilación en una escena, informó hoy la prensa local.
El hospital St. Vincent de Sídney ha atendido en lo que va de semana a tres pacientes que sufrieron desmayos, vómitos y hasta un ataque epiléptico dentro del cine.
«127 horas» narra la historia real del alpinista estadounidense Aron Ralson, que se arrancó un brazo para escapar de una roca bajo la que quedó atrapado durante más de cinco días en el Gran Cañón.
El jefe de la unidad de emergencias del centro médico australiano, Gordian Fulde, aseguró al periódico «Daily Telegraph» que una escena tan dura como esa puede provocar bajadas de tensión y otros problemas de salud.
«Uno puede empezar a perder oxígeno y sangre en el cerebro, y el siguiente paso es el ataque a todo el sistema nervioso», dijo Fulde después de que una persona perdiera la consciencia durante 5 horas tras visionar el film.
El director británico Danny Boyle ya se vio obligado a pedir disculpas al público cuando seis espectadores se desvanecieron en plena película en Canadá y Estados Unidos.
«127 horas» aspira a seis Oscar, entre ellos el de Mejor Actor para su protagonista, James Franco.