Rebordinos: «San Sebastián tiene que quitarse los complejos»

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CULTURA

La 59 edición del Festival de San Sebastián abrirá mañana el telón. Su director reconoce que el certámen es el hermano pequeño de los grandes festivales cinematográficos, pero cuenta a su favor con una sección oficial muy «sólida y heterogénea» y una fuerte apuesta por el cine español.

15 sep 2011 . Actualizado a las 18:27 h.

Con todo listo para que la 59 edición del Festival de San Sebastián abra mañana el telón, su nuevo director, José Luis Rebordinos, afronta el reto con «mucha ilusión», iniciativas para el futuro y el objetivo de que el certamen «se quite complejos». Y es que después del despliegue de estrellas que pasaron hace unas semanas por la alfombra roja de Venecia, resulta difícil evitar la comparación. «San Sebastián es el hermano pequeño de los grandes festivales», reconoce Rebordinos. «Es el cuarto del mundo entre los festivales competitivos (después de Cannes, Venecia y Berlín), pero es que no nos podemos comparar», añade.

Por eso, el sucesor de Mikel Olaciregui al frente del certamen afirma que no se mira en Venecia, «porque para empezar tiene el doble de presupuesto». El certamen donostiarra apenas cuenta con siete millones de euros y para mantenerse en primera línea «tiene que aumentar el presupuesto». Pero independientemente, «es más pequeño, hay que decirlo y hay que quitarse ese complejo», sostiene Rebordinos.

¿Y cómo? En primer lugar, con una sección oficial muy «sólida y heterogénea», que ofrece «muchos nombres propios como Terence Davis, Sarah Polley, Julie Delpy o Hirokazu Kore-eda». «Estamos muy contentos con el puzzle de películas que hemos logrado y con el jurado tan bien armado que tendrá la sección oficial», y que preside la actriz estadounidense y ganadora de un Oscar Frances McDormand. Además, esta edición muestra una «apuesta muy fuerte por el cine español», que en las distintas secciones participa con un total de 15 películas. No en vano, la encargada de dar el pistoletazo de salida será Intruders, un thriller psicológico de Juan Carlos Fresnadillo con un reparto internacional encabezado por Clive Owen, Pilar López de Ayala y Daniel Brühl.

Y como seña propia de identidad, San Sebastián se propone marcar la diferencia entre el resto de festivales convirtiéndose «en la puerta de entrada del cine latinoamericano en Europa», explica Rebordinos. Así, este año compiten por la Concha de Oro Los Marziano, de la argentina Ana Katz, y Las razones del corazón, del maestro mexicano Arturo Ripstein. Aparte de las habituales secciones Horizontes Latinos y Cine en Construcción se proyectará el ciclo Cine mexicano contemporáneo y se buscará sobre todo «impulsar las actividades de encuentro, la industria, que San Sebastián se convierta en el principal mercado para el cine latinoamericano y también para el europeo».

Aires nuevos en un San Sebastián que estrena sección, tras un acuerdo firmado con la Berlinale. «Somos la zona con más estrellas Michelín por kilómetro cuadrado del mundo y tenemos un festival de la máxima categoría, así que sólo era cuestión de tiempo juntar ambos aspectos», señala Rebordinos. Des este modo nace Culinary Zinema, «con Z de Zinemaldia», que combina el cine con cenas temáticas y ya está teniendo muy buena acogida.

Rebordinos, que antes de asumir la dirección del certamen había formado parte de su comité de dirección durante los últimos 15 años, se muestra sorprendido de que la prensa le pregunte tanto por el cambio político en el ayuntamiento de San Sebastián y en la diputación, ahora en manos de la coalición independentista vasca Bildu. «No ha tenido ninguna repercusión en el festival -afirma-. La relación sigue siendo la misma, de absoluta complicidad y apoyo al festival tal y como está diseñado.» Y aunque aún queda un año para la edición 60 y primero «hay que hacer balance de esta», el director del festival ya adelanta que «no están los tiempos para grandes fastos». Eso sí, confirma que «habrá un Premio 60 aniversario», como el que se llevó en la edición 50 Francis Ford Coppola sumado a los Premios Donostia para Jessica Lange, Dennis Hopper y Bob Hoskins. «Para decirlo de forma gráfica», apostilla, «ya tenemos la caña echada».