Una película cuestiona la autoría de Shakespeare

EFE

CULTURA

«Anonymous», dirigida por Roland Emmerich, ha desatado la polémica en el Reino Unido al describir al escritor como un actor borracho y analfabeto.

25 oct 2011 . Actualizado a las 21:19 h.

La película Anonymous, que cuestiona la autoría de William Shakespeare y lo describe como un actor borracho y analfabeto, ha desatado la polémica en el Reino Unido tras su estreno hoy en el Festival de Cine de Londres.

La cinta, dirigida por el alemán Roland Emmerich y protagonizada por Rhys Ifans y Vanessa Redgrave, ha enfurecido a la fundación Shakespeare Birthplace, que ha decidido optar por una respuesta drástica y tachar el nombre de Shakespeare de señales de tráfico y carteles de pub en protesta por lo que considera «una manipulación de la historia y la cultura inglesa». La campaña de la organización del condado de Warwickshire, que promueve el estudio de su ciudadano más célebre, pretende hacer reflexionar de esa forma sobre cómo sería el mundo sin el más grande dramaturgo inglés, que escribió 37 obras de teatro y 154 poemas.

La película de época de Emmerich, director de súper producciones de Holywood como Independence Day y The Day After Tomorrow, sostiene que fue Edward de Vere, barón de Oxford, y no Shakespeare, el autor de Hamlet, Romeo y Julieta o Titus Andronicus. Según la cinta, que reconoce no estar basada en hechos probados, Shakespeare era un actor borracho y analfabeto que empezó a firmar las magistrales obras del barón de Oxford, que escribía de manera anónima para evitar la censura de la Corte, después de amenazarle con revelar su identidad.

«Esta película contradice un montón de hechos históricos, pero con ella se corre el riesgo de que gente que nunca ha cuestionado la autoría de Shakespeare pueda ser engañada», denunció Paul Edmondson, responsable de la fundación Shakespeare Birthplace. En la campaña de protesta contra la polémica película han participado un total de diez pubs de Warwickshire, que han ocultado la palabra Shakespeare de sus letreros, incluido uno en la localidad de Welford donde se cree que el bardo tomó su último trago. Además, miembros de la fundación han tachado el nombre de Shakespeare en todas las señales de tráfico que dan la bienvenida al condado del dramaturgo inglés mientras un memorial en su nombre ha sido tapado con una sábana en su localidad natal, Stratford-upon-Avon.

Los críticos británicos de cine no se han sentido tan ofendidos por la reversión histórica de Emmerich y, a pesar de no compartir su gusto por los excesos visuales y su falta de sutileza de unas escenas realmente violentas, reconocen el trabajo de los actores y que la cinta es muy entretenida.