Santiago Valenzuela, premio nacional

CULTURA

Hijo de ourensano, este creador asentado en Madrid es, sin duda, una de las firmas que conviene no perder de vista.

18 ene 2024 . Actualizado a las 19:03 h.

No entraba en las quinielas este Premio Nacional de Cómic. Me hubiera jugado algo por Blacksad, de Guarnido y Canales, algo más por El héroe, de David Rubín y casi todo a El invierno del dibujante, de Paco Roca (aunque darle dos veces este galardón, que lleva apenas cinco ediciones, al mismo autor cantaría un poco). Pues no. El reconocimiento es para Plaza Elíptica (Edicions de Ponent</a>), la última entrega de Santiago Valenzuela sobre las aventuras del Capitán Torrezno, uno de los mejores ingenios del reciente cómic español. La suya es una aventura de las de antes, pero con todo eso que nadie se espera?

Ambientado en un territorio imaginario, con tintes de batalla medieval, con decenas de vueltas narrativas (geopolítica, religión, humor..), es un producto que conviene coger desde el primer tomo (Horizontes lejanos). Las historias de Valenzuela enganchan, llevan a la reflexión (si es que te interesa eso) y a la vez permiten la evasión sin mayores pretensiones. Aunque se hacen densas. Cada página es un espectáculo visual por su compleja puesta en escena. Hijo de ourensano, este creador asentado en Madrid es, sin duda, una de las firmas que conviene no perder de vista. Incluso cuando se aleja de su extravagante caudillo (a su pesar) señor Torrezno y se adentra por historias breves como las de El gabinete del doctor Salgari (Astiberri).

Enhorabuena (y 20.000 euros que no vendrán nada mal).