La película de Enrique Urbizu, No habrá paz para los malvados, fue la gran triunfadora de los XVII Premios José María Forqué que se entregaron ayer. La cinta se alzó con los galardones de mejor película y mejor actor (para José Coronado), en una gala en la que Elena Anaya fue la mejor actriz por su papel en La piel que habito.
Urbizu recibió el premio, dotado con 30.000 euros, de manos del cineasta Santiago Segura. Las otras cuatro candidatas eran Balada triste de trompeta, La piel que habito, La voz dormida y Primos.
José Coronado con su papel de a un policía algo heterodoxo se hizo con el premio al mejor actor del año en una categoría en la que competía contra Luis Tosar y Javier Bardem. «Yo ya estaba en una nube pensando que estaba al lado de dos de mis actores referentes y estar nominado a su lado ya era un orgullo», afirmó. Anaya dedicó el galardón a su familia y las otras dos candidatas: María Toledo y Pilar López de Ayala.