Daft Punk seduce con su homenaje a la música disco

Xesús Fraga
Xesús Fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El dúo francés triunfa con su último álbum, «Random Access Memories», y consolida su influencia sonora

09 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los nombres de los responsables de uno de los discos del año no son precisamente celebridades: Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem Christo. Menos conocidos todavía son sus rostros, ocultos tras unas máscaras robóticas que, estas sí, son inmediatamente reconocibles. El dúo francés de música electrónica Daft Punk ha conseguido, con su elegante homenaje al sonido disco de finales de los setenta y una eficaz campaña de lanzamiento, en la que cada goteo de información nueva causaba una expectación sin precedentes, llevar su nuevo disco, Random Access Memories a lo alto de las listas en una veintena de países.

Después de marcar tendencia con sus trabajos anteriores y ejercer su influencia no solo en su propia escena sino en superventas como Madonna, Daft Punk han apostado por invertir el cliché que habitualmente se asocia con la electrónica: han mantenido los sintetizadores al mínimo y se han rodeado de un conjunto orquestal en Los Ángeles para conseguir el brillo y la seducción de los años dorados de la música disco. Además, todo un icono del género, Nile Rodgers, de Chic -autores de las emblemáticas Good Times y Le Freak-, ha tocado en uno de los temas estrella del álbum, Get Lucky. Otros colaboradores de lujo han sido Pharrell Williams, Julian Casablancas (The Strokes), Panda Bear (Animal Collective) y Giorgio Moroder, que aporta un monólogo sobre sus inicios en la música subrayados por una instrumentación con aires de documental, lo que refuerza el sentido historicista del disco con respecto a la música que sonaba en las pistas de baile hace treinta años.

Así que mientras unos apuestan por el minimalismo y los muestreos de sonidos, los franceses emprenden el camino inverso para dotar de una lujosa densidad orquestal sus canciones. El resultado es, paradójicamente, un tono atemporal que evoca de algún modo los planteamientos futuristas de los setenta, saltos hacia atrás y adelante en el tiempo que ejemplifican temas como Touch o Motherboard.

Prueba de su éxito es que Get Lucky solo necesitó 69 días en el Reino Unido para superar el millón de unidades vendidas. Prueba de la expectación con que se ha recibido son las numerosas versiones que ya se han hecho, desde un vídeo viral de cinco pianistas tocando el tema sobre el teclado de un mismo piano hasta la aproximación de los norteamericanos Wilco, cuyo sonido enmarcado en el country alternativo no suele moverse por frecuencias similares a las de Daft Punk. Y la prueba de su influencia llegará con los futuros lanzamientos de otros artistas en los que habrá dejado huella en la producción. Por ejemplo, Madonna, cuyo último disco, MDNA (2012), incluía temas que seguían caminos abiertos por los franceses.

Mientras, Bangalter y De Homem Christo disfrutan de su posición sin ninguno de los agobios de la celebridad. Con su identidad protegida por sus característicos cascos, pueden acudir a festivales para pasearse por entre el mismo público que también está allí para verlos, aunque sin reconocerlos.