A los 25 años de su muerte sigue creciendo el interés por la obra del pintor
24 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El pintor Salvador Dalí falleció ayer hace 25 años, un período en el que el interés por su obra no ha dejado de crecer. Sus exposiciones baten récords de visitantes, así como los espacios vinculados a su vida. No es de extrañar que precisamente ayer se anunciase la incorporación de una nueva parada en la ruta daliniana. Se trata del conocido como corral de Gala, una construcción a las afueras de Cadaqués que servía de refugio a un pastor de cabras. En 1953 Gala, la musa del artista, se encaprichó del lugar y Dalí se lo compró para que la pareja pudiese disponer de una mayor intimidad que en el pueblo. A la postre, no sería suficiente y en 1969 adquirirían el castillo de Púbol, que, con Cadaqués y la casa natal del pintor en Figueras, forma el triángulo de museos para devotos de Dalí y su obra.
El corral de Gala cuenta con tres amplias estancias que fueron transformados por Dalí y su musa. El artista diseñó una gigantesca chimenea, abrió ventanas torcidas, colocó escudos heráldicos en las paredes y ubicó un gran cabezal que establecía un juego óptico con la cama de Gala en un altillo. Cadaqués se gastará 400.000 euros en recuperar un espacio para la que todavía está estudiando «la mejor fórmula para llenarlo de vida», en palabras del alcalde, Joan Figueras. En principio, todo apunta a que se restaurará su estética original y se abrirá al público, al que se le ofrecerá información sobre el uso que le daba la pareja al lugar.
Prueba del interés que sigue suscitando la obra y figura de Dalí son las cifras con las que se clausuró la exposición que el Reina Sofía le dedicó el año pasado, y que superó las 732.000 visitas en un contexto de acusado descenso en la afluencia a museos. Una atención privilegiada que además trasciende fronteras, ya que la misma muestra recibió a 790.000 personas durante su estancia en el Pompidou de París.