El quinto trabajo de la exitosa banda madrileña sale este martes a la luz. El grupo actuará el 1 de mayo en Pontevedra, el 2 en A Coruña y el 3 en Vigo
08 abr 2014 . Actualizado a las 18:29 h.«Si te pisan, gritas», argumenta la banda madrileña Vetusta Morla como explicación al cada vez más abundante número de discos que han dado voz a los indignados con la clase política, como su último álbum de estudio, La deriva, que sale este martes a la venta y punto de vista personal del «saqueo económico y moral» que se vive ahí fuera.
«Quizá se ha dejado de tener miedo a hacer una canción social y ser tachado de político», ha dicho hoy en Madrid el guitarrista de Vetusta Morla Guillermo Galván, en una entrevista con Efe junto al resto de sus compañeros: el vocalista Juan Pedro Martín «Pucho», el batería David García «El Indio», el bajista Álvaro B. Baglietto, el percusionista Jorge González y Juanma Latorre, a la guitarra y teclado. Para Galván, uno de los principales compositores del grupo, «hay tanta política en una película de Walt Disney como en una de Ken Loach» y reclama devolver ese ámbito al espacio público cotidiano, fuera del Parlamento, como «la manera que tendríamos que tener todos para hacer del mundo un lugar mejor».
La deriva se publica este martes precedido de una gran expectación, como demuestra el hecho de haber agotado ya todas las entradas en varias plazas de su inminente gira por España, incluidos los cinco conciertos en La Riviera de Madrid. En Galicia, Vetusta Morla actuará el 1 de mayo en Pontevedra, el 2 de mayo en A Coruña y el 3 de mayo en Vigo.
La crisis, dicen, se ha llevado por delante el concepto de «primera división musical» y aseguran que, aunque viven la música como un «privilegio» y una «responsabilidad», no se sienten la «voz de la generación» de este tiempo. «Hoy en día está todo tan fragmentado que resulta anacrónico poner a una banda en el lugar que pudieron ocupar Héroes del silencio en su momento», opinan desde su modestia, a pesar de ser cabeza de cartel de numerosos festivales, como el BBK Live de Bilbao, el Low de Benidorm (Alicante) o el Dcode de Madrid.
«El movimiento es importante, más que la meta»
Un lugar en el mundo (2008), Mapas (2011) y ahora La deriva son títulos que confirman que, para ellos, «el movimiento es importante», mucho más que la meta.
Mapas hablaba de la imposibilidad de representar un punto concreto de llegada, y este nuevo álbum introduce al oyente en un «inesperado cambio de rumbo» que genera «ansiedad, nostalgia o esperanza, por la posibilidad de que el lugar al que vayas sea mejor», explica Latorre.
Grabado entre Guipúzcoa y Madrid, en los mismos estudios que su segundo trabajo, en La deriva también han contado para su realización con sus habituales productores, Manuel Colmenero y Javibu Carretero.
La «honestidad» que han tratado de imprimirle se refleja en una mayor «crudeza» tanto lírica como instrumental. Hay menos metáforas en favor de un lenguaje algo más directo, y la música de Vetusta Morla se desliza hacia rincones más oscuros, con guitarras y percusión más contundente en cortes como Golpe maestro. «Fue un atraco perfecto, excepto por esto, nos queda garganta, puño y pies, no fue un golpe maestro, dejaron un rastro, ya pueden correr», canta Pucho en el que fue el primer corte conocido del disco.
También ha variado el modo de trabajo frente a Mapas, en el que toda la banda grabó al unísono los temas. Aquí se ha optado por un modelo «más efectivo», muy similar al que emprendieron en la BSO del videojuego Los ríos de Alice (2013), grabando por partes y encastrando los seis modos de ver y de pensar que componen el grupo.
La amistad previa a su nacimiento como banda, cuenta Pucho, tiene mucho que ver para que no haya habido desbandadas en su alineación, pasados ya cinco discos y más de quince años de trayectoria desde su fundación en Tres Cantos (Madrid). «Hay momentos de crisis, pero también inteligencia emocional para saber pararlo antes de llegar a las manos», agrega el cantante de Vetusta Morla.