la ferrolana, uno de los rostros más polifacéticos del mundo de la interpretación, estrena nuevo trabajo en el cine junto a Federico Luppi y Darío Grandinetti. una película en la que las historias se entretejen, como en la vida
13 abr 2014 . Actualizado a las 18:10 h.Lo que hace Mabel Rivera lo sueñan muchos actores: cine, teatro y televisión y estar bien siempre. Y tampoco encasillarse, como en esos casos en los que el éxito en uno de esos medios cierra las puertas de los otros. Pero ante todo, y aunque aquella Manuela de Mar adentro sea inolvidable, o su María Callas teatral de Master Class, o incluso su Balbina de Pratos combinados pesen en su trayectoria, Mabel Rivera se impone como maestra de la interpretación. La ferrolana, que ahora estrena Inevitable -dirigida por Jorge Algora, coproducción con presencia gallega y escenas en Santiago-, comparte reparto con Federico Luppi, Darío Grandinetti o Carolina Perelitti. Rivera es una mujer que muestra una inteligencia que imanta. Se intuye que se las sabe todas, pero no lo mostrará nunca con pedantería, por su cercanía y simpatía. Y, tal vez, porque ama su profesión, ante todo con seriedad y elegancia. En ella se adivinan proyectos que se convierten en realidad.
-¿Usted ve la vida como en «Inevitable», con historias que se tejen y destejen, que parece que no están conectadas pero luego le dan sentido a todo?
-Las situaciones e historias se van tejiendo y destejiendo en la película, totalmente como en la vida. Creo que la vida se teje de historias que creemos que no tienen que ver pero que todas están conectadas.
-A usted le queda bien todo, cine, televisión y teatro. ¿Cómo lo hace?
-Es difícil y no debería serlo. Lo que se debería esperar de profesionales como nosotros es que pudieran hacer de todo. Pero no vamos a ocultarlo, la situación en estos tiempos de crisis es muy difícil. Aunque esto no es una crisis sino una estafa generalizada. Y esto influye en el público, que no puede acceder a muchas cosas que le gustarían, porque es demasiado caro todo. Puede que la gente necesite la evasión total y absoluta, algo espectacular o comedia pura y dura.
-¿Y usted ahora qué prefiere?
-Tal vez, lo que contamos en Inevitable. Esta película cuenta sentimientos que la gente puede sentir como propios. En esa identificación creo que está el fuerte de Inevitable, y por eso espero que le guste mucho a la gente.
-Con tanta experiencia como actriz, ¿tiene nuevas aspiraciones?
-Creo que, como todo el mundo, sí. La vida son pequeñas cosas, paso a paso. Yo, por ejemplo, quería trabajar en una película con Darío Grandinetti, y aunque no coincidimos porque estamos en esas historias paralelas, ya he trabajado con él, hablado con él. Y eso hay que trasladarlo a la vida, como esas situaciones que esperas que te pasen y para las que hay que estar preparados y no lamentarse.
-¿Qué le aporta la conexión gallego-argentina de esta producción? Que, hay que decirlo, esto sí funciona en estos tiempos...
-Conectar con el mundo y la industria argentina me interesa mucho porque siempre los he admirado. Respecto al método de trabajo, cada uno tiene el suyo. Todos necesitamos poner las mismas bases y que cada uno trabaje sobre ellas en colaboración.
-¿Es Mabel Rivera una actriz fácil de llevar?
-Yo creo que lo pongo fácil. Soy bastante disciplinada a la hora de atender la propuesta del director. Hay un planteamiento a seguir y me gusta cumplir. Hay actores o actrices que necesitan verlo con otra claridad. Yo necesito visualizar lo que leo de mi personaje, y si lo veo, adelante. Olga, mi personaje, tiene una acción interna que vi clara.
-¿Es buena anfitriona en Galicia con sus compañeros?
-A veces no tienes ni tiempo. Si es un rodaje, para nada. Si es teatro hay algo de tiempo para tomar algo y hacer alguna visita. Pero, generalmente, lo de hacer una visita turística queda siempre al margen... Y creo que lo que más gusta de Galicia es la tranquilidad que transmitimos.
-¿Como actriz de teatro, ¿qué vida le gusta llevar?
-Es que vas a los sitios y todo es un visto y no visto. Por eso prefiero estar haciendo temporada. Porque me da la sensación, incluso, que te puedes relacionar mejor a la hora de la función. Estar más de un día es bueno para la obra, porque cuando vas un día solo, todo es nuevo hasta para el propio montaje.
-¿Qué se pide para el futuro?
-Lo ideal sería compaginar los tres medios. Creo que se complementan. La televisión, aunque sea lo más denostado por las prisas de grabación, que son una locura, te aporta una gran disciplina y concentración para no dispersarte. El teatro se trabaja con otros tiempos, se mima más. Y el cine es muy especial. Yo me pido hacer cine, mucho teatro y una serie pequeñita...