Filme con vocación trascendente y resultado disperso, no figuraba en ninguna de las preferencias de la crítica, algo que sí sucedía con el resto de títulos
12 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El norteamericano Mike Cahill se consagró con su triunfo ayer en la estimulante 47.ª edición del Festival de Sitges como uno de los golden boys de la ciencia-ficción de alta pretensión. Autor de la multipremiada Another Year en el 2011, Cahill ganó con I Origins, en la que un científico investiga la naturaleza de una mujer cuyo iris es multicolor. Filme con vocación trascendente y resultado disperso, no figuraba en ninguna de las preferencias de la crítica, algo que sí sucede con el resto de títulos del palmarés. El caso más claro es el de la australiana Babadook, que obtuvo el Gran Premio del Jurado y el de mejor actriz para Essie Davis, compartido este con la Julianne Moore de Map of the stars, de David Cronenberg. La mejor interpretación masculina se la reparten Koji Yakusho, por su estimulante Torrente coreano de The World of Kanako, y el neozelandés Nathan Phillips, por el fin del mundo contado en These Final Hours. Dos de las más poderosas propuestas de la edición aparecen reconocidas con la mejor dirección para Cub (el belga Jonas Govaerts) y el mejor guion para el wéstern posapocalíptico Young Ones, de Jake Paltrow.