La Academia da marcha atrás en sus cambios para una gala que al final no tendrá presentador

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CULTURA

Silueta de un Óscar en la alfombra roja
Silueta de un Óscar en la alfombra roja ETIENNE LAURENT | EFE

25 feb 2019 . Actualizado a las 02:36 h.

La gala de los Óscar del 2018, con la audiencia más baja de toda su historia, debió de disparar las alarmas en la Academia de Hollywood, preocupada además por el escaso tirón en taquilla de las películas galardonadas con la estatuilla más preciada en las últimas ediciones. Así que, a medida que se sucedía una cuenta atrás de meses para la gala de la madrugada del domingo al lunes (a partir de las dos, hora española), también se sucedían propuestas de cambio que eran recibidas con escepticismo o, directamente, rechazo. Por ejemplo, la inclusión de una categoría que distinguiese la película más popular, es decir, la de mayor recaudación. Este año ese filme sin duda sería Black Panther, avalado por sus 700 millones de dólares. Un reconocimiento que, de paso, también sumaría unos muy necesarios espectadores a la ceremonia.

Descartada esta idea, la Academia se concentró en sus modificaciones para lo que ocurrirá en unas horas en el Dolby Theatre de Los Ángeles. Sus propuestas no pudieron ser más desacertadas, desde entregar algunas estatuillas durante las pausas publicitarias -uno de los damnificados sería Rodrigo Sorogoyen si triunfase con su corto Madre- a dejar fuera algunas de las canciones nominadas. La presión de sus propios colegas que consideraban un insulto a profesionales de la música, el montaje o la fotografía -que recibirían sus galardones mientras en televisión pasarían anuncios-, los obligaron a dar marcha atrás.

 Renuncia de Kevin Hart

La gala tampoco contará con presentador -ya ha ocurrido en varias ediciones anteriores- tras la renuncia de Kevin Hart cuando al poco de conocerse su designación se le resucitaron unos antiguos tuits de corte homófobo y la Academia no encontrase a nadie dispuesto a asumir su cometido.

Para compensar una carencia que a priori podría deslucir una ceremonia muy necesitada de subir sus índices de audiencia, Hollywood ha convocado a estrellas de todos los ámbitos para aportar brillo a la gala. Desde Michael Keaton a Michael Jordan, de Emilia Clarke a Helen Mirren, de Charlize Theron a Tina Fey, de Samuel L. Jackson a Daniel Craig, nombres conocidos de la pequeña y gran pantalla anunciarán algunos de los premios. A ellos se sumarán la tenista Serena Williams o el cocinero José Andrés, que añade un plus a la presencia española en Estados Unidos, que contará con Javier Bardem entre los presentadores de premios.

Una vez confirmada la importancia de la música en la ceremonia, uno de los momentos estelares seguramente será cuando se suban al escenario Lady Gaga y Bradley Cooper para interpretar Shallow, de la película Ha nacido una estrella, una de las contendientes.