El dibujo o el artista sin filtros

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Una obra de Rubens, «Dios padre», aparece ampliada y con explicaciones didácticas
Una obra de Rubens, «Dios padre», aparece ampliada y con explicaciones didácticas CESAR QUIAN

La Fundación Barrié exhibe en A Coruña noventa obras de pintores holandeses y flamencos, Rembrandt y Rubens entre ellos, que condensan la esencia de la creación

01 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay una conexión directa, inconsciente gracias al talento y la práctica, entre la mente de un artista y su mano. El lápiz, la pluma o el carboncillo entre sus dedos asumen la primera expresión de lo que se proyecta en su cabeza: es la esencia de la creación, la fuente de la que nacerá la obra acabada, pero que también constituye una pieza artística por derecho propio.

Este fluir es una de las muchas interpretaciones -como todas las grandes manifestaciones culturales- a la que se puede someter la muestra que ayer inauguró la Fundación Barrié en su sede coruñesa. Trazos maestros muestra 90 piezas que remiten a un espacio geográfico y temporal -Holanda y Flandes, principalmente en el siglo XVII-, pero que también tienen en el dibujo su vehículo privilegiado, dotándolo de un refinamiento y una profundidad que construyen sobre la aparente humildad del bosquejo. Nombres destacados como Rembrandt, Rubens o Van Dyck aparecen en los manuales de arte y convocan a público en los museos por sus obras de gran formato, pero aquí se presentan despojados de esos ropajes de los óleos barrocos, invitando al espectador a una intimidad que le permite acceder de una forma más directa a sus pinturas.

 Valor intrínseco

Las obras de Trazos maestros forman parte de la colección del Victoria and Albert londinense, que ya los exhibió en el 2016 en dos salas del museo. Su comisaria, Louise Cooling -ahora en English Heritage-, presentó este jueves la muestra en A Coruña, donde subrayó esa dimensión del dibujo como elemento cohesionador de una selección que se nutre especialmente del siglo XVII, la Edad de Oro de la pintura en los Países Bajos. Para Cooling, «lo fascinante del dibujo es esa sensación de que ves la mano del artista, que se presenta sin filtros». «Es un pensamiento que se ejecuta directamente sobre el papel, más allá de que a veces sea un trabajo preparatorio para una gran obra, porque muchas otras tiene su propio valor intrínseco», añade. Además, el dibujo articula otra dimensión, la del aprendizaje y la experimentación: «Los artistas exploran su creatividad, desarrollan nuevos estilos, juegan con ideas nuevas», resume.

Louise Cooling, comisaria de la muestra
Louise Cooling, comisaria de la muestra CESAR QUIAN

Otra lectura de Trazos maestros entronca el arte con la historia. La muestra refleja cómo, partiendo de un mismo tronco común, la división religiosa entre protestantismo (norte) y catolicismo (sur) influyó de forma notable en los artistas de los Países Bajos. «En el norte hubo que llenar el vacío que dejó la ausencia de arte religioso y el fin del poderoso papel de la Iglesia como mecenas», apunta Cooling. Ese lugar lo ocupa la nueva clase media mercantil, más urbana y con otros estilos de vida. «Ya no viven en suntuosos palacios, donde necesitan encargar grandes escenas religiosas, sino en casas, en espacios más reducidos. Encargan bodegones, otro tipo de retratos, un auge del paisajismo como reflejo del espíritu nacional, orgulloso de su prosperidad ganada a través de las actividades comerciales», describe la comisaria. Mientras tanto, en el sur, el influjo lo ejercen Roma y la Contrarreforma, «una región que ya está en declive y que nunca recuperará el esplendor del siglo XVI, pero que vive un florecimiento artístico gracias a pintores como Van Dyck o Rubens».

 Obra destruida

De Van Dyck se ha incluido un dibujo, Cristo coronado con espinas, que aporta otro valor, que es el de quedar, junto a una copia en el Museo del Prado, como testimonio del cuadro que fue destruido en Berlín durante la Segunda Guerra Mundial. El Estudio del actor Willem Ruyter como campesino, de Rembrandt, en cambio, no es un dibujo preparatorio, sino que asombra por su modernidad, que parece anticipar, por ejemplo, a Picasso. «Es increíblemente económico en sus trazos, solo utiliza los imprescindibles, algo muy moderno y que, en efecto, entronca con Picasso. Su visión es tan clara que no necesita nada más para plasmarla en el papel. Y su técnica es tan perfecta que le bastan unas líneas para sugerir una escena completa», valora Cooling.

Trazos maestros extiende su recorrido hasta el siglo XIX, un indicio de cómo los grandes maestros de la Edad de Oro ejercieron una notable influencia en generaciones posteriores. Lo representa aquí un cuaderno de dibujo de Anton Mauve,en cuyo estudio se formó un jovencísimo Van Gogh -su prima se casó con Mauve-, que bebería de aquellas enseñanzas y las transformaría.

Los estudios botánicos fueron otra de las aplicaciones del dibujo
Los estudios botánicos fueron otra de las aplicaciones del dibujo CESAR QUIAN

Las actividades didácticas de la muestra ya cuentan con 2.000 inscripciones

Tras verse en Londres en el 2016, Trazos maestros viajó a Estados Unidos y ahora llega a A Coruña, el único lugar de Europa donde se podrá ver antes de regresar al Victoria and Albert. Una vez allí, los cuadros «reposarán» al menos dos años por cuestiones de conservación. Este factor temporal, unido a la calidad de las piezas seleccionadas, hace del paso por Galicia de la muestra una oportunidad excepcional; permanecerá abierta hasta el próximo 23 de junio. Como es habitual en la Barrié, se han programado actividades didácticas, para las que ya se han inscrito 2.000 personas, según ha avanzado la directora de la entidad, Carmen Arias Romero. En esta ocasión, la programación paralela enlazará el dibujo con las nuevas tecnologías, por ejemplo, la programación.