Clarence Bekker: «Necesitaba cambiar porque quería hacer algo más real que solo bailar»
CULTURA
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El músico holandés que pasó de ser una estrella «dance» en los años 90 a tocar en la calle presenta este miércoles en Santiago su último disco, «Beautiful Tomorrow»
21 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.De ocupar las listas de éxitos de varios países europeos a cantar en la calle. El músico holandés Clarence Bekker (Surinam, 1968) protagonizó la escena de música dance en los años 90 con éxitos como Send me an angel o It’s a loving thing, pero encontró su verdadera vocación, tras una profunda búsqueda, en las calles del Raval, en Barcelona. Allí participó en los proyectos 08001 y Playing For Change, que reunían piezas de músicos de todo el mundo. Hoy llega a Santiago liderando la Clarence Bekker Band con su nuevo disco bajo el brazo, Beautiful Tomorrow. Cantará este miércoles, a partir de las 21 horas, en la praza da Quintana, en una heterodoxa fusión de funk, soul y jazz servida en el marco del festival Feito a Man.
-Empezó a los 18 años en The Swinging Soul Machine. ¿Supo desde pequeño que quería dedicarse a la música?
-Era mi pasión, desde los 14 años ya estaba soñando con ser Michael Jackson. A los 18, esta banda, bastante famosa en Holanda, estaba buscando un cantante y allí estaba yo.
-¿Cuáles son sus influencias?
-Pues en casa no teníamos mucho dinero. Así que fui un chico de radio. Mi madre y yo siempre estábamos escuchando a Marvin Gaye, James Brown, Gladys Knight o Stevie Wonder.
-En 1993 inició su carrera en solitario y se colocó en las listas de éxitos de Europa, ¿cómo fue?
-La primera vez que me escuché en la radio me volví loco. Alguien me dijo que había sonado mi canción y cuando lo comprobé recuerdo que abrí todas las ventanas de mi casa y empecé a gritar.
-¿Ese éxito es lo máximo a lo que puede llegar un músico?
-Te ayuda a coger nombre, pero yo tengo otra opinión sobre la industria. Creo que lo máximo para un músico es amar tu trabajo y ser fiel a él. Me gustan mis primeros álbumes, pero realmente no lo producía por mí mismo, tan solo componía algunas canciones. Fue una buena colaboración, pero necesitaba un cambio.
-¿Por eso se fue a Barcelona?
-Después de tres álbumes de música dance decidí coger mi mochila y viajar por todo el mundo. Lo hice, aprendí a tocar la guitarra y me convertí en un músico callejero. Necesitaba reencontrarme y explorarme a mí mismo. Llegó 08001 y fue increíble, fue la primera vez que toqué con artistas internacionales. Después me invitaron a Playing For Change, lo cual cambió totalmente mi perspectiva porque ahí pude hacer música de verdad.
-¿En 08001 escogieron el Raval por la diversidad cultural?
-Sí, ese fue el ángulo escogido por Julián Urigoitia. Cogimos su código postal y se ubicó el estudio allí. En el Raval hay un montón de nacionalidades y culturas. Australianos, ingleses, argentinos, brasileños… Diferentes estilos de vida y a todos nos unía componer música. Fue inspirador. Además del viaje, este proyecto se ajustó a lo que pensaba y a lo que quería, necesitaba un cambio porque quería hacer algo más real que solo bailar.
-¿En Playing for Change buscaban un cambio real?
-Yo creo que el cambio empieza con las acciones individuales. La realidad era que cientos de artistas trabajaron para hacer escuelas de música por todo el mundo y conectarlo con tecnología. Los niños de Sudáfrica podrían hacer música con niños de Malí, Argentina, Nepal o Brasil al mismo tiempo. Eso era algo, puede que fuera una cosa pequeña pero contaba.
-Vivió dos mundos distintos, el éxito comercial y la música en la calle, ¿se queda con alguno?
-Es todo distinto. Necesitaba aprender sobre lo que me gustaba, sobre mí. No volvería a la música disco, pero lo aprecio porque pude tomar la decisión de cambiar. Playing For Change simplemente era mi meta. Ahora estoy en el punto de estar abierto a volver a trabajar con disyoqueis, pero prefiero trabajar con músicos.
-¿Qué ofrece su nuevo álbum?
-Amor y energía, mis metas. En este disco intenté mezclar todo lo que aprendí desde que llegué a Barcelona. Estoy trabajando con músicos de 08001 y Carlos López y Francisco Guisado.