El filme de Lorene Scafaria no destaca por su calidad, pero sí por ir contracorriente de la tendencia general de Hollywood
12 nov 2019 . Actualizado a las 19:54 h.En mayor o menor medida, tímidamente o de manera decidida, algunas películas -Showgirls, Exótica, Dancing at the Blue Iguana, Lenny, La reina del vaudeville, Blaze, Closer…- han utilizado a las estríperes como metáfora de la lucha de clases. En Estafadoras de Wall Street, la poco predecible directora Lorene Scafaria -simpática en el recuerdo nos aparece su película Una madre imperfecta, con Susan Sarandon y Rose Byrne- toma ese camino y pone en boca del personaje de Jennifer Lopez máximas que nos aclaran sus intenciones debidamente: «El mundo entero es un club, donde hay gente que tiene dinero y gente que baila… pero como no podemos bailar toda la vida hay que saltarse las reglas».
Lopez es el cerebro de un grupo de cuatro amigas que trabajan en un tugurio para el solaz de, mayormente, abominables brokers de la afamada calle del robo legal, canallas a los que, tras el crac del 2008, han decidido timar y castigar. «No tengáis piedad», exhorta la capitana a sus tropas, «ellos no la tuvieron con la gente, robaron y no fueron a la cárcel». Así que las cuatro «buscavidas» -Hustlers es el título original- enredan a los ladrones de la bolsa, drogándolos y saqueando sus tarjetas de crédito. El espectador menos avisado -la película no es erótica en realidad, sino una extraña y amarga tesis sobre la explotación- se sorprenderá con el planteamiento, en ocasiones más abrupto de lo que podría pensarse para un aparente producto de cuerpos moviéndose al ritmo del gran show americano.
Basada en hechos reales, la historia se va desgranando a través de las entrevistas que realiza una periodista -interpretada por Julia Stiles-, salpicadas con flashbacks ilustrativos. La investigación policial se hace esperar pero, cuando llega, no hay asomo de moralina en el castigo.
Atención, a pesar de todo lo dicho más arriba, no estamos insinuando que la película de Scafaria sea nada especial, quizá ni tan siquiera es buena, renqueando entre interludios aburridos, videoclips condescendientes y otras miserias coyunturales. Tampoco las encarnaciones de las cuatro colegas -López, Constance Wu, Keke Palmer y Lili Reinhardt- pasan del puro aprobado. Pero la decidida militancia del filme resulta bastante desconcertante en el engranaje de cine a piñón fijo que hoy se factura en Hollywood.
«ESTAFADORAS DE WALL STREET»
[«HUSTLERS»]
EE.UU., 2019.
Directora: Lorene Scafaria.
Intérpretes: Jennifer López, Constance Wu, Julia Stiles, Keke Palmer, Lili Reinhardt, Mercedes Ruehl, Wai Ching Ho, Dov Davidoff, John Glaser.
Drama.
110 minutos.