Kiki Cortiñas: «Es muy importante aprender de lo antiguo porque ahí está la verdad»

Javier Becerra
javier becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

JAVIER GONZALEZ

El lugués, que ha compuesto los temas del disco de José Mercé y Tomatito, prepara su nuevo trabajo en solitario

30 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Jose Mercé y Tomatito decidieron hacer un disco conjunto llamaron a varios compositores españoles para que los surtieran de canciones. Entre ellos se encontraba el lugués Santiago Cortiñas Barrul, conocido como Kiki Cortiñas. «Los primeros que presenté no me los aceptaron, pero al final, de los once temas que tiene el disco, metí diez», explica. De ahí salió De verdad, un álbum reconocido por la crítica especializada y ganador recientemente del premio Odeón al mejor disco de flamenco.

-¿Es este uno de los momentos más importantes de su carrera’

-Sí, ellos querían un disco de flamenco tradicional pero del siglo XXI, con los movimientos de melodías y armonías que hay.

-Pese a ser composiciones para otros artistas, hay mucho de usted en ellas.

-Claro. Mi abuelo falleció el año pasado y en este trabajo hay muchas letras inspiradas en él. Fue un pañuelo en donde llorar. En ese disco hay mucha verdad y mucho corazón.

-Hay múltiples palos. ¿Intentó hacer un gran abanico?

-Sí, en el flamenco hay muchos palos. Después, existen grandes cantaores que personalizan el palo. Figuras como Manuel Torres, Tomás Pavón, La Niña de los Peines... han sido grandes maestros que lo han logrado. Nosotros bebemos de esas fuentes y para componer tienes que tener un mínimo de conocimiento para darles a ellos material de calidad.

-¿Por qué ese respeto reverencial hacia el pasado?

-Ocurre también en el jazz. Hay que tener un respeto a la música tradicional. Sin ella no puedes hacer nada. Por ejemplo, en el disco de Jose Mercé y Tomatito hago una zambra dedicada a Lola Flores. Ese palo lo popularizó Manolo Caracol. Para poder cantar eso necesitas saber cantar por seguidillas, porque tiene tercios de seguidillas y también de la toná, que es un palo libre. Tienes que conocer eso para poder desarrollarlo. Es importantísimo aprender de lo antiguo siempre porque ahí está la verdad.

-Usted, sin embargo, es de otra época más transgresora.

-Sí, cuando tenía cinco o seis años el disco que se escuchaba en la casa era el último de Camarón que era Potro de rabia y miel (1991) o Zyryab (1990), de Paco de Lucía. Yo creí con esa revolución, protagonizada por esos dos genios. Me tocó otra época de mayor fusión, pero después te enteras que existe una tradición y unos cánones. Eso tiene que estar presente siempre, igual que saber que estos dos genios nos abrieron paso a las músicas del mundo, abriéndonos al jazz, al rock, a la literatura, a todo.

-Esos cambios producen una tensión entre puristas y renovadores. Ahora el cisma lo genera Rosalía. ¿Usted qué piensa?

-Me parece una pedazo de artista. Estar ahí delante de miles de personas con el desparpajo que ella tiene es muy meritorio. El tiempo lo pone todo en su sitio, pero yo creo que es muy grande. Lo que hay a su alrededor, el márketing y toda la parafernalia, no es culpa suya.

-¿Es ese el flamenco del siglo XXI, como algunos sugieren?

-No. Tomatito decía el otro día que en el flamenco siempre ha habido mucha moda y mucho experimento. Lo bueno se queda y lo que no es tan bueno sale. Uno no sabe a dónde va a ir la música. Pero lo que tenemos claro es que la música es corazón y verdad y al final queda la verdad. Hay que dejarla fluir. A lo mejor el trap u otras músicas que se añaden al flamenco proponen otra vía. No se puede descartar nada. Lo que se hace con corazón, conocimiento y respeto puede ser un camino

-¿Va a perdurar Rosalía o es una fenómeno de temporada?

-Yo creo que va a tirar para adelante. Ha sido muy luchadora. El que la sigue la consigue.

-Algo que se puede aplicar a usted. ¿Fue el típico niño que quería ser artista?

-Desde siempre. Me inicié cantando en la iglesia evangélica de Lugo. Tenía cinco años. Iba al culto con mis hermanos, mis tíos y mi familia Con ocho o nueve años me escuchó Antonio Carmona de Ketama y me llevó a una sala mítica de Madrid, la Caracol. Después me grabaron un disco con once años y hasta hoy.

-¿Qué tiene en marcha?

-Iba a empezar el 15 de enero a grabar con Josemi Carmona en Madrid, pero salió una gala en Nimes con Tomatito y tuve que suspenderlo. Lo voy a retomar.