El juez Vázquez Taín erige el Camino de Santiago en narrador de historias

CULTURA

Vázquez Taín, entre el conselleiro de Cultura Román Rodríguez y el exconselleiro Víctor Vázquez Portomeñe
Vázquez Taín, entre el conselleiro de Cultura Román Rodríguez y el exconselleiro Víctor Vázquez Portomeñe Sandra Alonso

El libro «Más allá y más arriba» recorre los cuatro primeros siglos de la ruta jacobea a través de hechos y peregrinos

23 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Soy tan viejo que no sé en qué año nací, ni recuerdo nada de quienes pudieron ser aquellos que me crearon. Y no es que la memoria me falle, al contrario, me acuerdo con detalle de complejas historias que es mi deseo compartir. [...] Soy el Camino de Santiago. Solo eso. Pero nada menos que eso». Esta es la voz narradora del nuevo libro de ficción del juez José Antonio Vázquez Taín (A Merca, 1968), Más allá y más arriba, que publica Espasa.

«El Camino de Santiago es la suma de todos los que lo hemos hecho, la suma de la historia de Europa, la suma de todos los peregrinos que transitan por sus trazados como gotas de un río», sostiene Taín. Por ello, le da voz para que cuente su historia, y que en cada época la complementa el relato de un peregrino singular o de un grupo de peregrinos.

«Respetando siempre el rigor histórico, consecuencia quizá de su profesión judicial, pero con prosa sencilla y amena, nos desgrana en estas páginas, al mismo tiempo que la cronología del Camino de Santiago durante los cuatro primeros siglos de su existencia, la historia de la península Ibérica que es, a la vez, gran parte de la historia de la Vieja Europa». Esto escribe Carlos Herrera en el prólogo de este libro cuyos orígenes se remontan a finales del siglo pasado: «Cuando estaba preparando las oposiciones me pasé cuatro años saliendo a correr alrededor de la Alameda, viendo la catedral, que me fascinaba, y pidiéndole ayuda al santo para aprobar», evoca Taín.

Ya en 1998, tras superar las oposiciones a juez, hizo el camino: «Desde O Cebreiro, solo, para dar gracias. Me sentí muy bien y, aunque acabé baldado porque lo hice en tres días, fue muy importante para mí. Creo que me marcó para ser un juez con afán de superación. Me sirvió para encontrarme a mí mismo».

La propuesta inicial para este libro era que el relato lo hiciera un peregrino medieval, pero así «limitaba la historia a un solo camino y hay muchos; por eso decidí que el mejor narrador era el propio camino». Cada uno de los nueve capítulos arranca con un acontecimiento importante, «con personajes o momentos históricos como Almanzor o la construcción de la catedral, contada por un peregrino de la época».

Mucha documentación

Una de las cuestiones en las que insiste Vázquez Taín es que tras el casi medio millar de páginas hay mucha documentación. «Quiero que los gallegos conozcamos nuestra historia, que sepan que no somos un país atrasado y que cuando aquí se hacían códices en Europa iban más atrasados», insiste.

Más allá y más arriba tiene más de 80 ilustraciones, cuyo autor es Luis Doyague, que van desde mapas a «recreaciones de caballeros que hemos buscado en los códices», detalla Taín. En el capítulo dedicado al Camino Primitivo, aclara el autor, aborda cómo uno de esos códices, el Beato de Liébana, «difundió una idea convertida en premonición: la de la predicación del apóstol Santiago el Mayor en la península Ibérica como realidad histórica y su posible enterramiento en un lugar que denominó Finisterrae. La idea se verá confirmada con el descubrimiento, en torno al año 830, de un santuario oculto bajo tierra en el que reposaban los restos de un santo cristiano del siglo I que pronto se identificarán como los del apóstol».

El último capítulo es El camino leonés y narra el peregrinaje de un cruzado, «de León a Compostela, después de haber pasado por Tierra Santa». Destaca Taín la importancia de Portomarín, «sede de los caballeros de San Juan, que primero fueron hospitaleros y luego cruzados. La olvidada encomienda hospitalaria de Portomarín era de las más importantes», incide. Apunta Taín la posibilidad de una segunda parte del libro: al Camino de Santiago aún le quedan por contar historias de los últimos ocho siglos.