Daniel Calparsoro: «Estamos ante la segunda edad de oro del audiovisual»

iker cortés MADRID / COLPISA

CULTURA

Calparsoro, entre Luís Tosar y Carolina Yuste, en el Festival de Málaga
Calparsoro, entre Luís Tosar y Carolina Yuste, en el Festival de Málaga Jorge Zapata | Efe

El director regresa a los cines con el «thriller» «Hasta el cielo»

20 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Regresa Daniel Calparsoro (Barcelona, 1968) a la gran pantalla y lo hace con Hasta el cielo, un thriller de atracos y robos, protagonizado por Miguel Herrán, en el que el cineasta propone un viaje motivado por la ambición que se va volviendo más oscuro a medida que avanza la cinta. La película cuenta con la producción de la gallega Vaca Films y Luís Tosar forma parte del reparto.

-¿Cómo surgió el proyecto?

-La idea surgió hace bastantes años, viendo un documental sobre aluniceros y bandas organizadas en Madrid y a partir de ahí estuve investigando un poco en el tema y descubrí un universo nuevo para mí. Me llamaba la atención que no se hubiera tratado cinematográficamente antes y me interesó muchísimo.

-¿Se puede considerar como una actualización del cine quinqui?

-Puede ser, pero eso no me toca a mí decirlo. Desde luego, a mí el cine quinqui de los ochenta siempre me ha encantado y siempre he estado influenciado por él. No es la primera vez que hago una película de delincuentes de extrarradio, ni mucho menos. Lo hice en Salto al vacío, Pasajes, Asfalto y lo he vuelto a hacer. Es un territorio que me resulta atractivo y al que siempre vuelvo. En este caso, podríamos decir que es una sofisticación.

-¿Qué echa de menos del Calparsoro que empezaba en «Salto al vacío»?

-La edad [ríe], pero nada más. He aprendido muchísimo. El cine y la televisión son disciplinas en las que tienes que estar constantemente trabajando, si puedes, aunque sea en un spot de televisión. La técnica y el lenguaje evolucionan mucho y hay que estar conectado a esa evolución de alguna manera. Y si no puedes trabajar tienes que tratar de estar empapándote constantemente de lo que se hace, pero creo que son disciplinas en las que la práctica es muy importante.

-Las secuencias de acción apenas dejan respirar. ¿Cómo las planifica?

-Normalmente, las dibujo. Hago un storyboard, que es una guía que casi nunca se cumple porque casi nunca contamos con el tiempo necesario. Al final hay que adaptar la idea a la realidad y hay que comprimir toda la idea visual de la secuencia. Siempre termina siendo diferente.

-¿Fue difícil equilibrar la parte más romántica con la trama?

-Lo más complicado para cualquier director es el tono de una película, que es la clave de que funcione o no, y está en el equilibrio entre los actores, el tono interpretativo. Y luego está el tema romántico, el tema de la acción, el sentido del humor, la oscuridad, conseguir que todo eso sea un universo cambiante. En el caso de Hasta el cielo, es una película con un componente lúdico y de disfrute importante, sobre todo al principio. Cuando se empiezan a complicar las cosas, se van haciendo más adultos, y al final de la película son las mujeres las que se empoderan y se hacen con la cinta.

-Usted desarrolló tres telefilmes o miniseries interesantes para Antena 3 y Telecinco. ¿Han dejado escapar las televisiones generalistas la oportunidad de hacer más contenidos así?

-Lo que pasó es que se cambió una ley que apoyaba la producción de ese tipo de miniseries y que de alguna manera obligaba a las televisiones a invertir un porcentaje pequeño en series nacionales. Sin embargo, eso es hablar ahora de una era prehistórica porque estamos en el momento de las grandes plataformas que han transformado todo. Se hacen series, películas y es positivo porque estamos viendo que hay una gran demanda de contenidos. Estamos ante la segunda edad de oro del audiovisual.