Muere el gran poeta valenciano Francisco Brines, último premio Cervantes

Miguel Lorenci MADRID/ COLPISA

CULTURA

La reina Letizia charla con el poeta Francisco Brines, en la casa del escritor en Oliva, el pasado 12 de mayo, cuando le entregaron el Cervantes
La reina Letizia charla con el poeta Francisco Brines, en la casa del escritor en Oliva, el pasado 12 de mayo, cuando le entregaron el Cervantes efe

La voz más metafísica de la generación del 50 se apaga solo una semana después de recibir el galardón de manos de los reyes en su casa de OIiva

21 may 2021 . Actualizado a las 16:06 h.

Apenas un semana después de recibir su premio Cervantes, Francisco Brines falleció este jueves en Valencia a los 89 años. Solo días después de recibir el alto galardón de manos del rey, el poeta ingresaba en un hospital de Gandía para someterse a una operación de hernia de la que no se recuperó. Don Felipe y doña Letizia se trasladaron el pasado día 12 hasta su casa de Oliva, ya que debido a delicado estado de salud del escritor no pudo celebrarse la tradicional ceremonia de entrega en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares el pasado 23 de abril.

Brines era el último integrante de la generación del 50, también llamada generación de los niños de la guerra. De ella formaban parte poetas como Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Carlos Barral, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo, y novelistas como Rafael Sánchez Ferlosio, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, Luis Martín Santos, Juan García Hortelano, Luis Goytisolo y José Manuel Caballero Bonlad, fallecido hace dos semanas.

Calificado como «un gran poeta metafísico», su poesía era un «ejercicio de tolerancia» con el paso del tiempo, la decadencia y la degradada condición del ser humano como temas clave. Su poemario El otoño de las rosas se tiene por una de las cimas de la poesía española de la segunda mitad del siglo XX.

Los reyes viajaron hasta en finca familiar del poeta en Oliva para entregarle la medalla y la escultura que le acreditaban como último ganador del Cervantes. A don Felipe y doña Letizia les acompañaron el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado. A su llegada, don Felipe expresó al escritor «la alegría» de poder ir a su casa, que definió como «un pequeño paraíso».

A las nueve personas que asistieron al íntimo acto, Brines les regaló su libro Como si nada hubiera sucedido. Además el poeta entregó a los reyes una copia de La iluminada toda negra, una antología de su obra prologada por Carlos Marzal y con serigrafías de Antonio Martínez Mengual.

«Brines se encuentra frágil pero muy emocionado», dijo entonces Angels Gregori, directora de la fundación del escritor. Por su parte, el escritor y académico se mostró «feliz y emocionado», tanto que confesó que le había costado conciliar el sueño durante los últimos días.

Era la segunda vez que el centenario paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares no acogió el premio Cervantes. En diciembre del año pasado, los monarcas se desplazaron a Barcelona para hacer entrega al también poeta Joan Margarit del Cervantes 2019 al no poder celebrarse el acto por el confinamiento.

Hijo de agricultores, Francisco Brines nació el 22 de enero de 1932.

Tras estudiar en los jesuitas de Valencia, pasó por las universidades de Valencia, Deusto y Salamanca. Se licenció en Derecho, Filosofía y Letras, e Historia. Compaginó siempre su actividad poética con la de profesor universitario. También fue lector de Literatura española en la Universidad de Cambridge y profesor de español en la de Oxford.

Ya con su primer poemario, Las brasas, ganó en 1959 el premio Adonais. Luego publicó Palabras en la oscuridad (1966), obra con la que logró el premio de la Crítica. En 1987 fue reconocido con el premio Nacional de Literatura por El otoño de las rosas (1986), integrado por sesenta poemas escritos a lo largo de diez años.

En 1998 recibió el premio Fastenrath, de la Real Academia Española (RAE), por La última costa (1995), poemario melancólico en la que el Brines recuerda su infancia, Llegaron luego el Nacional de las Letras Españolas por el conjunto de su obra poética. En abril de 2000 Brines entró en la RAE, donde ocupaba el sillón X que fuera antes de Antonio Buero Vallejo. Tomó posesión el 21 de mayo del 2006 con el discurso Unidad y cercanía personal en la poesía de Luis Cernuda, su faro poético.

En el 2007 recibió el premio internacional de Poesía Federico García Lorca, en el 2010 recibió el galardón Reina Sofía de poesía iberoamericana y ya en el 2020 llegaba el Cervantes cuyo jurado destacó como «su obra poética, que va de lo carnal y lo puramente humano a lo metafísico, lo espiritual, hacia una aspiración de belleza e inmortalidad». «Es el poeta intimista de la generación del 50 que más ha ahondado en la experiencia del ser humano individual frente a la memoria, el paso del tiempo y la exaltación vital. Uno de los maestros de la poesía española actual y su magisterio es reconocido por todas las generaciones que le suceden», decía el fallo.