—Reclutó a Sandra Bullock para la película.
—Es una gran amiga a quien quiero mucho. La puedo llamar en cualquier momento para pedirle un favor o conversar. Siempre deja lo que sea que esté haciendo para ayudarme y me ha hecho grandes favores desde que nos conocemos. Cuando surgió esta película, pensamos que sería genial contar con ella. Cuando la llamé, me dijo que yo tenía que hacer algo a cambio, por eso terminé apareciendo en su película La ciudad perdida. Me gustó su idea de polinizar cada uno el proyecto del otro.
—Este filme lleva al público de nuevo a las salas de cine. ¿Las añoraba?
—Me gusta la dicotomía; la plataforma y ver una película en casa, tanto como la experiencia en el cine. Las películas se estaban volviendo tan caras de producir y comercializar que no había espacio para películas íntimas o independientes. Las plataformas han llegado para dar voz a un abanico de artistas que no tenían oportunidades.