Bar Boo, el «rebelde» que peleó para que Arquitectura enseñase Ética

CULTURA

Se cumplen cien años del nacimiento de uno de los referentes del paisaje urbano de Galicia

28 sep 2022 . Actualizado a las 09:43 h.

Lo recuerda cuando pasa por delante de las viviendas de los militares de Campolongo. Se levantaron en 1965, «e hoxe están case intactas. Son unha das mellores construcións residenciais de Pontevedra», asegura César Portela. El premio nacional de Arquitectura compartió proyectos, ideales y muchas horas de coche desde Pontevedra a A Coruña con Xosé Bar Boo (Vigo, 1922-Santiago, 1994). Este martes le tocó desplazarse solo a la ciudad, y no para impartir clases de arquitectura como entonces, sino para homenajear al que fue su «mestre inesquecible».

Los cien años del padre de los Juzgados de A Coruña (1985) o del Policlínico Cíes (1967), en Vigo, fueron la excusa para recordar la figura del arquitecto que «recuperó la cultura que se había perdido con la Guerra Civil», define otro premio nacional, Manuel Gallego Jorreto.

Los 40 y 50 fueron décadas oscuras para España, aislada de las nuevas corrientes urbanísticas y constructivas. «Con Albalat, os dous introduciron o movemento moderno da arquitectura en Galicia», confirma otro compañero del gremio, Xosé Manuel Casabella.

Este tridente de números uno de la arquitectura gallega participaron en la mesa redonda que organizaron el Colexio de Arquitectos de Galicia (COAG) y la Real Academia de Belas Artes dedicada a Bar Boo. Una deuda pendiente con el vigués que fue un talento tan reconocido como incomprendido en vida.

El arquitecto Xosé Bar Boo en el centro de la imagen
El arquitecto Xosé Bar Boo en el centro de la imagen

Reconocido y «marxinado»

«Estivo un pouco marxinado. Foi un home esixente coa calidade, o que fixo que perdese traballos importantes que foron para outros contemporáneos», cuenta Xosé Manuel Casabella. «Sempre se mantivo fiel aos seus principios éticos, foi un home rebelde, liberando as súas ideas co seu traballo, sen someterse aos servidumes que a profesión impoñía», añade Casabella. 

Uno de los pulsos que no pudo ganar Bar Boo fue el de introducir la asignatura obligatoria de Ética en la titulación de Arquitectura en A Coruña, donde fue profesor. «Eu estiven con el cando elaboramos o plan de estudos. Pepe dicía que os arquitectos perderan o sentido da ética. Igual foi un erro non facerlle caso. Disipouse unha parte importante do noso prestixio como creadores de cultura, de estética. Hoxe parecemos voyeurs pendentes da imaxe», reconoce Casabella.

«Molestáballe un pouco a mala arquitectura», coincide César Portela. Para él, Bar Boo, con quien compartió la rehabilitación de la iglesia de la Peregrina de Pontevedra o la sede del COAG de A Coruña, fue un «arquitecto exemplar, para estudar e analizar. Un artista e un científico que nunca daba por rematados os proxectos».

Su compromiso por el avance no solo se limitó a su campo, donde promovió un Colexio de Arquitectos propio para Galicia, del que fue decano, o el primer Seminario Internacional de Arquitectura Contemporánea en 1976.

El vigués amaba la técnica y el humanismo. Todo esto, sin descuidar la ecología. Fue uno de los fundadores de Adega (1974) y del Museo do Pobo Galego (1976), además de miembro del Seminario de Estudos Galegos.

El primer «edificio moderno»

«O seu primeiro edificio é un inmoble de vivendas en Vigo, en 1957. Foi o primeiro moderno feito en Galicia. Incorporou materiais e sistemas de construtivos novos e unha organización da obra inéditos. A súa estética rompe co habitual naqueles momentos, con grandes cristaleiras e revestimentos con superficies de granito», describe Casabella.

«Los 60 fueron un período fértil. Con Albalat, recuperó el camino que se había perdido tras la guerra: el movimiento moderno había sido proscrito y apartado. Se cortó la información y no sabíamos lo que se estaba haciendo en Europa y América», pone en contexto Manuel Gallego Jorreto. «Foi un home comprometido coa sociedade na que viviu», asegura Casabella, que quiso hacer país obrando.

El acto de homenaje a Xosé Bar Boo por su centenario se celebró este martes en A Coruña. A la derecha, retrato de Bar Boo (1922-1994).
El acto de homenaje a Xosé Bar Boo por su centenario se celebró este martes en A Coruña. A la derecha, retrato de Bar Boo (1922-1994). Marcos Míguez | Benito

Bar Boo, Andrés Fernández-Albalat, César Portela, Manuel Gallego... Juntos han hecho de Galicia un polo de la arquitectura que trasciende las fronteras de la autonomía. «A pesar de que non fixo proxectos fóra, era un profesional recoñecido», subraya Portela.

Su huella pervive en sus proyectos. La mayoría, en el sur de Galicia. Ahí están la Casa Ferro, en Pontevedra; la iglesia da Nosa Señora das Neves, en Vigo; la plaza de abastos de Gondomar, la de Porriño, la urbanización Beamonte de Canido o el sanatorio vigués El Pilar. «A boa arquitectura queda aí e, en calquera caso, non molesta, xera un entorno agradable», concluye César Portela.