Críticas a los retoques de los textos de Roald Dahl para eliminar el «lenguaje ofensivo»
CULTURA

La editorial Puffin Books y la propietaria de los derechos han decidido cambiar palabras como «loco», «fea» o «gordo» de las obras del autor de «Charlie y la fábrica de chocolate»
21 feb 2023 . Actualizado a las 08:26 h.La editorial que publica las obras de Roald Dahl, Puffin Books, y la propietaria de los derechos, han decidido reescribir algunos textos del escritor londinense para evitar el lenguaje ofensivo y adaptarlos a los nuevos tiempos. Esta decisión ha tenido como consecuencia la eliminación de palabras como «gordo», «fea» o «loco» de los textos del autor de algunas obras que ya son clásicos de la literatura infantil. La idea partió del colectivo Inclusive Minds, un grupo que fomenta la educación inclusiva y la accesibilidad de las obras para los más pequeños, que asegura que algunos de los términos cambiados podrían ofender a determinados colectivos.
La editorial Puffin Books confirmó que ha llevado a cabo una revisión de los clásicos de Dahl para asegurar que los libros son aptos «para el disfrute de todos los menores», eliminando referencias consideradas polémicas en torno al peso o la apariencia física de los personajes, a la salud mental, a la violencia, al género y la raza.
Esta noticia ha provocado un aluvión de críticas en distintos organismos, escritores y redes sociales, que no están a favor de que se retoquen las palabras originales con las que Dahl escribió textos ya históricos como Charlie y la fábrica de chocolate, Matilda o James y el melocotón gigante.
Sin ir más lejos, el primer ministro británico, Rishi Sunak, criticaba este lunes la decisión, uniéndose así a la controversia generada a raíz de que algunos párrafos de las novelas infantiles escritas por el popular autor británico, fallecido en 1990, hayan sido modificadas para no herir sensibilidades.
Desde Downing Street, oficina y residencia oficial del primer ministro británico, un portavoz oficial de Sunak señaló que «es importante que las obras de literatura y los trabajos de ficción se preserven y no se editen». «Siempre hemos defendido el derecho al libre discurso y expresión», observó.
También Salman Rushdie, escritor de Hijos de la medianoche y Los versos satánicos, ha mostrado su malestar con esta decisión, de forma contundente. «Roald Dahl no era un ángel, pero esto es una censura absurda», publicó en Twitter, y añadió: «Puffin Books y los herederos de Dahl deberían avergonzarse».
También desde PEN América, un organismo que agrupa a más de 7.500 escritores, expusieron su rechazo y declararon estar alarmados por esta tendencia. «Si iniciamos el camino de intentar corregir los desaires percibidos, en lugar de permitir que los lectores reciban y reaccionen a los libros tal y como están escritos, corremos el riesgo de distorsionar la obra de grandes autores y nublar la lente esencial que la literatura ofrece sobre la sociedad», aseguró Suzanne Nossel, directora ejecutiva de la asociación. A su juicio, «mejor que cambiar estos textos es ofrecer un contexto introductorio que prepare a las personas para lo que están a punto de leer y les ayude a comprender el entorno en el que fue escrito».