«Confesiones de un adicto a la esperanza»

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

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Página Indómita rescata un texto fundamental de uno de los popes de la contracultura, Timothy Leary

08 jun 2023 . Actualizado a las 11:18 h.

Ha tenido que venir un editor gallego, Roberto Ramos Fontecoba, para rehabilitar para el mercado español un texto fundamental de uno de los popes de la contracultura, Timothy Leary (Springfield, Massachusetts, 1920-Los Ángeles, California, 1996), psicólogo de Harvard que investigó sobre el uso de sustancias psicotrópicas y a quien el presidente inquisidor Richard Nixon llegó a calificar como «el hombre más peligroso de América». Confesiones de un adicto a la esperanza (1973) apareció de forma pionera, pero precariamente, en 1978, de la mano del sello barcelonés Star Books, y ahora —aquella publicación era inencontrable desde hace mucho tiempo— lo rescata del arrumbamiento Página Indómita con una nueva traducción. Se trata de un texto de carácter autobiográfico que recoge una de las épocas más apasionantes de la vida del apodado Apóstol del LSD (dietilamida de ácido lisérgico), a partir de la doble condena de prisión —por un total de veinte años— por posesión de marihuana. Frisando los cincuenta años, decide que no puede pasarse el resto de su existencia en la cárcel, y enseguida organiza una fuga ayudado por la Hermandad del Amor Eterno y el grupo terrorista Weather Underground, para recalar en Argelia con el apoyo de los Black Panthers y el régimen del Frente de Liberación Nacional, que entonces gobernaba un país considerado como el paraíso de los revolucionarios. Ese furor ingenuo pronto decaerá en Leary, y virará hacia un cierto escepticismo frente a estos idealistas radicales profesionales. El relato está lleno de humor y de personajes solo imaginables en esta época de ponche lisérgico, obsesos conspiranoicos y seguimientos de la CIA, y complementa a la perfección aquel Flashbacks. Una autobiografía que escribió Leary un decenio después y que fue editado en español en el 2004 por el sello Alpha Decay.