La Barrié se adentra en la historia del calzado con la colección Weitzman
CULTURA
La fundación mostrará piezas de los fondos reunidos por el diseñador
19 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los zapatos pueden contar historias pequeñas y grandes. Entre las primeras, las de quienes calzaron un determinado par. Entre las segundas, las que remiten a la moda y su evolución, pero también a mucho más: circunstancias sociales y económicas, artesanía e industrialización, incluso política.
Este otoño, la Fundación Barrié explorará esta huella a través de un centenar de pares de zapatos históricos procedentes de la colección privada del diseñador Stuart Weitzman y su mujer, Jane Gershon Weitzman. Una devoción coleccionista que se extendió durante tres décadas y que se podrá ver en la sede coruñesa de la entidad gallega (del 7 de octubre al 7 de enero del 2024) de la mano de The New-York Historical Society. Será la primera presentación fuera de Estados Unidos de la colección, y sigue una de las líneas de actividad de la Barrié, que históricamente ha dedicado espacios y recursos al campo del diseño, como demuestran sus exposiciones sobre Verner Panton o lo textil, entre otras.
La exposición, titulada «Walk This Way», incluirá piezas como las zapatillas de 1860 de la reina Victoria de Inglaterra o zapatos que pertenecieron a Ginger Rogers en la década de 1950, pasando por creaciones de diseñadores como Beth Levine —considerada la «primera dama del diseño de calzado»—, Terry de Havilland —autor de piezas para David Bowie— y Salvatore Ferragamo, que creó zapatos personalizados para Marilyn Monroe, Greta Garbo, Katharine Hepburn y Marlene Dietrich. No faltarán obras representativas del propio Weitzman.
La muestra ha sido coordinada por Valerie Paley, vicepresidenta de la New-York Historical Society, junto con el comisario Edward Maeder y la experta en historia de las mujeres Jeanne Gardner Gutierrez. Según la presidenta de la sociedad norteamericana, «Walk This Way» sorprenderá y deleitará a los visitantes gracias a su inesperado enfoque en la historia de las mujeres». «Los zapatos de la exposición abarcan desde diseños para ser utilizados en la privacidad del hogar de las mujeres, zapatos que llevaron las sufragistas estadounidenses cuando se manifestaban en las calles, seductores tacones que reflejaban las normas cambiantes de la estética femenina y zapatos profesionales adecuados para las cada vez más numerosas mujeres trabajadoras. Nos complace poder ofrecer al público esta oportunidad única de explorar la colección privada de un coleccionista extraordinario, además del diseñador de zapatos más importante de Estados Unidos», añade.
Evolución
Además de esos momentos históricos a los que remiten algunos de los zapatos reunidos en la muestra, también es posible seguir la propia evolución de la industria del calzado, que hacia 1850 era la segunda más importante del país norteamericano después de la agricultura. A principios del siglo XX, las mujeres representaban el 20 % de la mano de obra industrial y, aunque a partir de 1950 las diseñadoras ya se habían hecho un hueco en el sector, a menudo se las relegaba a un segundo plano. Lo demuestra el hecho de que la empresa de Beth Levine se llamaba igual que su marido, ya que lo «correcto» en la época era que un zapatero fuese hombre.