Yashmina Shawki novela el horror de Dáesh contra las mujeres

La Voz VIGO / LA VOZ

CULTURA

Yashmina Shawki y Gustavo Adolfo Garrido, en la presentación de la novela.
Yashmina Shawki y Gustavo Adolfo Garrido, en la presentación de la novela. Xoán Carlos Gil

La escritora presenta en su ciudad, Vigo, «El abrazo de la venganza», obra con la que ganó el premio Marta de Mont Marçal

28 sep 2023 . Actualizado a las 01:27 h.

La cruel guerra de Siria llevó a Yashmina Shawki (Vigo, 1967) a escribir sobre el horror ejercido por Dáesh contra las mujeres. El resultado, la novela El abrazo de la venganza (Roca Editorial), fue presentado este martes en Vigo en un acto en el que la autora dialogó con Gustavo Adolfo Garrido García, secretario del patronato de la Fundación Carlos Casares, quien recordó que Yashmina Shawki es columnista de La Voz de Galicia desde el 2001 y obtuvo el premio Marta de Mont Marçal por este relato.

En la conversación, Garrido García destacó el carácter cinematográfico de la narración y, especialmente, su gran valor documental. «É unha ficción que me axuda a comprender o que sucede nesa parte do mundo mellor que os ensaios», señaló.

La autora, durante el diálogo mantenido en la Casa del Libro, reconoció esa referencia al séptimo arte y añadió: «Entiendo la novela como trozos de la vida de una persona. A veces pienso que soy como una actriz que tiene que sumergirse en el personaje». Subrayó, asimismo, el valor del componente emocional de los personajes para situar la trama de su novela. «A veces, la venganza puede ser un acto de amor. Amor propio, a uno mismo», reflexionaba.

Yashmina Shawki se educó entre Bagdad y el colegio de las Jesuitinas de Vigo, aunque a la capital de Irak no regresó desde que su familia paterna, de origen kurdo, abandonó el país allá por el año 1984.

La novela escrita por la historiadora y abogada viguesa está protagonizada por Miriam Muntasir, una mujer yazidí que fue sometida a todo tipo de torturas para obligarla a renunciar a todo lo que era como ser humano. Y los fanáticos de Dáesh casi lo habían conseguido. Pero, habiendo descendido al peor de los infiernos, ya solo le quedaba levantarse y reclamar lo que en justicia le correspondía, a ella, a los suyos, a todo su pueblo: venganza.

La historia de la propia Yashmina Shawki tiene grande rasgos novelescos. «Mis padres se conocieron en Londres, donde estaban estudiando. Cada uno se fue a su país, pero él no podía vivir sin ella y se vino en el Orient Express a buscarla y pedirle matrimonio», recuerda la autora. De aquel amor nació la única hija de la pareja, que llegó al mundo pocos meses antes de que comenzara la guerra árabe-israelí de 1967.

La infancia de Shawki fue inusual. Los primeros años transcurrieron en Bagdad, aunque pasaba largos veranos en Galicia, «escapando del calor espantoso que en Irak hacía entre junio y octubre». Cuando cumplió cinco años, volvió a Vigo y estudió en el colegio las Jesuitinas, donde hizo buenas amigas, pero, a los 13, la adolescente quiso volver a su otra patria. «Fue un choque brutal. Fue duro, porque sabía árabe, pero no al nivel de poder escribirlo e ir a clases», explica.

Ese imaginario vital se plasma en el sexto libro de esta abogada e historiadora, que centra la trama en la lucha antiterrorista por parte de los servicios de inteligencia. «En Irak, en los años ochenta, había 14 millones de habitantes, y dos, pertenecían a los servicios secretos. En mi casa, cuando teníamos que hablar de algo importante, salíamos al jardín», concluye.