Shakira lanza «Las mujeres ya no lloran», su nuevo disco para facturar

Iago García
I. GARCÍA LA VOZ

CULTURA

Shakira posando con los tres premios Latin Grammy que ganó en la gala celebrada en Sevilla el pasado año
Shakira posando con los tres premios Latin Grammy que ganó en la gala celebrada en Sevilla el pasado año Jose Manuel Vidal | EFE

Llega el próximo 22 de marzo. La colombiana llevaba siete años sin nuevos trabajos. En los últimos tiempos realizó colaboraciones con Ozuna, Bizarrap, o Rauw Alejandro basadas en el despecho tras romper con Piqué ¿Seguirá la misma fórmula?

16 feb 2024 . Actualizado a las 09:17 h.

Del estribillo «las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan» ha pasado ya un año repleto de éxitos para Shakira (Barranquilla, Colombia, 47 años). Esa frase supuso un sonado regreso a la primera línea de la industria musical aliándose con Bizarrap en la Music Session Vol. 53 del disyóquey y productor argentino. De paso resumía todo el odio (después del amor) que sentía por su expareja y padre de sus dos hijos (Milan y Sasha), el empresario y exfutbolista Gerard Piqué. Véase una forma de poner tierra por medio entre ambos antes incluso de su marcha a Miami desde Barcelona. Como colofón, empezaba a ingresar dinero en sus cuentas, mermadas en los últimos tiempos por sucesivos juicios en los que la Agencia Tributaria la acusa de evasión fiscal.   

El 12º álbum de estudio de Shakira Isabel Mebarak Ripoll se publicará el próximo 22 de marzo. Su título, Las mujeres ya no lloran, sigue una línea continuista en su estrategia de incidir en letras de tinte autobiográfico en las que ha vencido al desamor y ha rehecho su vida como una curranta. No es nada nuevo. Y no solo ocurrió desde su ruptura con Piqué en el featuring con Bizarrap. La fórmula de corazón roto despechao fue similar con Ozuna en Monotonía (no fue culpa tuya, ni tampoco mía), con Rauw Alejandro en Te Felicito (qué bien actúas, de eso no me cabe duda) o en el caso de Copa Vacía con Manuel Turizo (tus besos son de agua salada, bebo y no me calma nada). En la publicación con la que ha anunciado el nuevo trabajo insiste en este carácter personal de la artista con su obra: «Al escribir cada canción, me reconstruí a mí misma. Al cantar, mis lágrimas se transformaron en diamantes y mi vulnerabilidad en resiliencia». En efecto, la fotografía del llanto convertido en joyas no puede simbolizar mejor el cómo ha rentabilizado económicamente el desamor.    

Si no fuera por las recientes colaboraciones mencionadas podría decirse que han sido siete los años de silencio de la colombiana. Es el tiempo transcurrido desde El Dorado. En solitario, despidió el pasado año con la balada Acróstico, en la que sus hijos tienen voz en la canción y papel en el videoclip. Y tuvo tiempo también en 2023 para homenajear a Lili Melgar, la que fue su empleada de hogar y supuesta chivata de la relación secreta que mantuvieron Gerard Piqué y Clara Chía. Lo hizo en El Jefe con Fuerza Regida. ¿Estarán todas estas canciones en el disco que estrena en primavera?, ¿qué otros temas incorporará?. Lo único seguro es que este verano la gira será mundial y multimillonaria. Y de esos ingresos la Agencia Tributaria no podrá decir nada porque ya reside en Miami. Un paraíso para ella no solo fiscal. De vecina no tiene a la suegra. Tampoco prensa en la puerta. Si acaso, algún perturbado que la acosa con chocolate y botellas de vino.