Una experta afirma que la pintura abandonada en un trastero en Italia y recogida por un vendedor de objetos de segunda mano es obra del pintor malagueño
03 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Durante medio siglo tuvo una familia italiana colgado en su salón un cuadro de Picasso sin saber que podría ser original y valer hasta 12 millones de euros. La obra, un retrato en estilo cubista de la fotógrafa y poeta francesa Dora Maar, que fue amante y musa del pintor, fue hallada en 1962 por Luigi Lo Rosso cuando estaba vaciando el trastero de una villa abandonada en la isla de Capri, ya que se ganaba la vida vendiendo objetos de segunda mano. Aunque vio que el lienzo, de 53 centímetros de alto por 39 de ancho, tenía la firma de Picasso, no terminó de creerse la autoría y se lo llevó a su casa para enseñárselo a su esposa, a quien le gustó mucho y decidió ponerlo en el salón de la vivienda familiar, situada en Pompeya. Antes de ponerle un marco y colgarlo, no obstante, la mujer lavó con detergente la tela, como si se tratara de una alfombra, ya que tenía manchas de tierra y de cal cuando su marido la encontró. «Mis padres eran personas sencillas y no sabían nada de arte», explica Andrea Lo Rosso, el hijo del vendedor y responsable de que se haya destapado la posible autoría del cuadro. «Cuando yo era niño vi la imagen de un retrato idéntico en una enciclopedia que me acababan de regalar. Era el ‘Buste de femme Dora Maar’ de Picasso conservado en París e incluido en el catálogo oficial del autor. Para mis padres fue la prueba de que lo que teníamos era una copia. Pero luego, cuando crecí, consulté con varios expertos que me insistían en que verificara» la autoría, cuenta Lo Rosso en una entrevista con el diario Il Giorno, en la que recuerda que Picasso pasó durante los años 50 del siglo pasado varios períodos de vacaciones en la isla de Capri.
La prueba definitiva para la familia Lo Rosso de que la obra es original vino con el análisis realizado por la grafóloga forense y del arte Cinzia Altieri, colaboradora del Tribunal de Milán y que afirmó en un informe a principios de este mes que la firma «es autógrafa y atribuible a la mano del maestro, mientras no haya pruebas que demuestren su carácter apócrifo». Andrea Lo Rosso espera que confirme ahora la autoría la Fundación Picasso, que administra los derechos de autor y certifica la autenticidad de sus obras. Si finalmente llega esa ratificación, el precio del lienzo podría alcanzar hasta los 12 millones de euros, según los medios italianos. «Lo subastaré, como siempre deseó mi padre, que por desgracia falleció hace tres años. Así podremos decir finalmente que hemos invertido bien todos los esfuerzos y el dinero gastado en las peritaciones», señala Lo Rosso. Mientras llega ese momento, la obra está custodiada en la caja de seguridad de un banco de Milán. Al propietario ya le han ofrecido por el cuadro hasta un millón de euros, que ha rechazado, e incluso le han propuesto realizar una película para contar la peculiar historia de la tela.