La RAE acepta voces como teletrabajar, barista, sérum, wasabi, dana, umami, fitness, atencional y espóiler

G. Novás REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Drive. Arriba, la competidora «amateur» Andrea Revuelta, ejecutando su drive en la salida del hoyo 1 en el malagueño campo del Real Club de Golf Gudalhorce durante la reciente disputa del Open de España. Drive, que también es una forma de golpeo en tenis, es una de las nuevas voces aceptadas en la versión electrónica 23.8 del «Diccionario de la lengua española».
Drive. Arriba, la competidora «amateur» Andrea Revuelta, ejecutando su drive en la salida del hoyo 1 en el malagueño campo del Real Club de Golf Gudalhorce durante la reciente disputa del Open de España. Drive, que también es una forma de golpeo en tenis, es una de las nuevas voces aceptadas en la versión electrónica 23.8 del «Diccionario de la lengua española». Álvaro Cabrera | Efe

La versión web 23.8 del «Diccionario de la lengua española» agrega términos musicales como funk, blusero, rapear, glam, groupie e indie, también usado en el mundo del cine

11 dic 2024 . Actualizado a las 09:19 h.

Funk/Infusionar. La Real Academia Española (RAE) no es de posiciones medias. O va con retraso asumiendo el lenguaje que está en uso en la calle con normalidad o se lanza con asunciones asombrosas y especializadas. El funk es una forma musical muy rítmica, pegadiza y bailable que lleva entre los aficionados desde mediados de los años sesenta del siglo pasado. Las infusiones están en los hogares de los hablantes del español desde hace siglos, cierto, pero qué necesidades del idioma empujan a incluir el horrísono verbo infusionar en el diccionario, cuando el té ya reposaba tranquila y dignamente en el agua hervida o en su punto de ebullición. En fin.

La RAE, como la Academia Sueca en el premio Nobel, siempre está dispuesta a la sorpresa. Y este martes —no podía ser menos— ofició de esta guisa al presentar la actualización 23.8 del Diccionario de la lengua española (DLE), que incorpora nada menos que 4.074 novedades: nuevos términos y expresiones, nuevas acepciones de entradas recogidas con anterioridad, enmiendas a artículos ya existentes y supresiones. Además, estrena imagen en su versión electrónica con el objetivo de «hacer aún más intuitiva la consulta» del diccionario, una herramienta utilizada en todo el mundo (hace ya tiempo que alcanzó los mil millones de consultas anuales).

La versión electrónica 23.8 del «Diccionario de la lengua española» fue presentada por la académica Dolores Corbella, el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, y Elena Zamora, responsable del Instituto de Lexicografía.
La versión electrónica 23.8 del «Diccionario de la lengua española» fue presentada por la académica Dolores Corbella, el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, y Elena Zamora, responsable del Instituto de Lexicografía. RAE

Acompañado de la académica Dolores Corbella y la responsable del Instituto de Lexicografía, Elena Zamora, el director de la RAE y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado, dio a conocer públicamente la actualización —todas las novedades ya están disponibles en la web dle.rae.es, que cuenta con el apoyo de la Fundación ”la Caixa”—. Las novedades en materia de léxico americano fueron expuestas por Corbella y la explicación técnica corrió a cargo de Zamora. Un año más, la RAE actualizó el diccionario, en colaboración con la ASALE, con incorporaciones de los más diversos ámbitos, como la ciencia, el medio ambiente, la tecnología, la gastronomía, la economía, la música, la cultura y el deporte.

Granularidad, zona cero

Entre los nuevos artículos, anota la Academia, se hallan palabras ya muy asentadas como espóiler [revelación de detalles importantes de la trama o el desenlace de una obra de ficción, que reduce o anula el interés de quien aún no los conoce] y macroencuesta y otras muy específicas como granularidad [cualidad de granular / grado de detalle de una información]. También formas complejas, es decir, compuestas por más de una palabra, como centro de salud, unidad móvil, voto castigo o de castigo, zona cero o zona de confort, todas, por cierto, de uso bastante común.

En el ámbito de la ciencia, se incorporan términos como aerotermia o micelar; y voces como dana (tristemente universalizada en Valencia) o microbioma, en el medio ambiente y la biología. Sérum es otra de las asunciones de la Academia, que comprobó cómo es un término de empleo doméstico en el área de la cosmética.

En el campo tecnológico entran a formar parte del DLE palabras como desarrollador o escalabilidad (también en su uso dentro de la economía). Por otra parte, en esta actualización se pueden encontrar otras tan presentes en el día a día, subraya la RAE, como teletrabajar o una nueva acepción de temporada en referencia al conjunto de episodios de una serie o un programa.

Igualmente, la gastronomía y el universo que la rodea ocupan su lugar dentro de las áreas enriquecidas al añadirse voces como barista, frapé, tutifruti, infusionar, tabulé, umami, fumet, vaporera, varietal y wasabi. El mundo de la música aporta un notable número de novedades, tales como blusero o rapear, y extranjerismos como funk, groupie, glam e indie (usado asimismo en el cine); mientras que el deporte protagoniza incorporaciones como bicicross, capoeira, curling, drive, fitness, haka y full contact.

Dedazo, cayuco, salafismo, yuyu

Otras voces que aparecen son atencional, desendeudamiento, dramaturgista, humanizador, musealizar y musealización, y sociolaboral. Asimismo, se añaden acepciones coloquiales, como, por ejemplo, en chorreo, en alusión a una reprimenda. Como chiringuito, cuando se refiere a un negocio o lugar donde se desarrolla (con sentido despectivo). También incorpora el diccionario voces como autolítico (relativo al suicidio), lobista, sobrepastoreo, macrojuicio, concentracionario, dedazo (nombramiento arbitrario), cayuco, salafismo, escalafonar, catacúmbico, script y yuyu.

En cuanto al léxico relacionado con América que se ha incluido en esta actualización, se encuentran, entre otras, las palabras azotehuela, parrillar, posnet o pósnet o el extranjerismo sulky.