La artista Patricia Bolaños es la autora de los dibujos de esta colección
23 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Nora Ephron nació en Nueva York en 1941 y murió también en la ciudad, en el 2012. La Gran Manzana fue a lo largo de su vida su hogar y lugar de inspiración. Allí ambientó la película Cuando Harry conoció a Sally (1989), protagonizada por Billy Crystal y Meg Ryan, o Tienes un email (1998) de nuevo con Ryan, esta vez acompañada de Tom Hanks.
La ciudad también tiene un hueco en sus obras literarias. Sus ensayos No me gusta mi cuello (2006) y No me acuerdo de nada (2010) son dos de sus títulos que alcanzaron mayor relevancia y en ellos se recogen reflexiones y anécdotas de la autora en la ciudad norteamericana. Este año, la editorial Libros del Asteroide reúne ambos volúmenes en Ni me gusta mi cuello ni me acuerdo de nada en una edición especial ilustrada por la española Patricia Bolaños (Madrid, 1985). Es en Nueva York precisamente donde reside desde hace ocho años la ilustradora. El hecho de compartir ciudad, admite, facilitó el proceso creativo. «Vivir aquí, sobre todo, me ayudó a conectar con el tono del libro, que es muy neoyorquino», afirma Bolaños.
Relatos como Pasar página o Odio mi bolso, si bien no tienen a Nueva York como protagonista y reflejan historias con las que cualquiera se puede identificar, cuentan con detalles intrínsecamente ligados a la experiencia en la ciudad, como las particularidades de encontrar un buen piso en el que vivir o el recurrir a la bolsa del metro como alternativa a un bolso tradicional. Por eso, la ilustradora cuenta que «en lo visual, intenté que todas mis referencias fueran sacadas de las calles de Nueva York».
Bolaños, acostumbrada a dibujar a personas de su ciudad de acogida asegura que la propia Ephron representa «la quinta esencia neoyorquina». De esta manera, a la hora de ponerse a trabajar, tuvo claro que «el tipo de ilustración que quería hacer era algo muy ligado a la estética de The New Yorker o a los dibujos de Saul Steinberg». La madrileña tenía un objetivo claro: «Capturar gráficamente su humor cómico, inteligente y fácil de digerir».
Experiencias universales
En unas 300 páginas, Ephron reflexiona sobre sus anécdotas familiares, las dificultades de la maternidad y la vida laboral o los altibajos de las relaciones amorosas, todo ello revestido de un humor e ironía que le permite abordar temáticas complejas. La primera vez que Bolaños cogió uno de los libros de la escritora recuerda cómo leyó diez páginas y pensó: «Me siento absolutamente identificada con lo que cuenta: La flacidez en el cuello, el bolso lleno de ibuprofenos y tampones sin envoltorio, la consciencia de que te haces mayor...».
Aunque, en sus palabras, Nora llegó a su vida «en un momento en el que ya podía entender perfectamente de lo que me estaba hablando», Bolaños reconoce que los aspectos que toca en sus ensayos siguen de plena actualidad, al ser «temas atemporales como el envejecimiento, la maternidad, la muerte o el fracaso».
Para poder idear estas ilustraciones, la madrileña volvió a leer a la neoyorquina, aunque no por primera vez. «Nora nunca defrauda. Son libros a los que recurro una y otra vez, ya sea porque recuerdo algo que quiero releer o porque me los encuentro en la estantería y sé que me harán pasar un buen rato. Tengo dos capítulos que me gustan especialmente: el que habla de su mudanza del edificio Apthorp y La leyenda, donde aborda la compleja relación que mantiene con el recuerdo de su madre», explica.
Siendo una lectora recurrente, la madrileña confiesa que «llevaba tanto tiempo fantaseando con este libro que muchas de las ilustraciones ya las tenía en mente antes de recibir el encargo». Algunas de ellas ya estaban publicadas en su perfil de Instagram (@lapatbol) en un recopilatorio de Cosas que me gustaría haber sabido. En esta red social, la ilustradora comparte desde hace tiempo reflexiones y vivencias de su día a día en formato de ilustración, con un estilo propio muy reconocible, y retratando habitualmente a personajes de la vida neoyorquina, en muchas ocasiones en el metro.
Bolaños, que asegura tener a Ephron como referente, la compara con otras figuras dentro de «una larga tradición de mujeres que han hecho humor a partir de su aguda y mordaz visión de lo cotidiano». En ese listado entran nombres como Dorothy Parker, Caitlin Moran, Lena Dunham o Phoebe Waller-Bridge. «De algún modo, intento hacer lo mismo: contar todo lo que me pasa, lo bueno y lo malo, riéndome de ello. Es mi terapia», añade.